En 70 años la humanidad usó más energía que en los 12.000 años anteriores
Expertos de ocho países advirtieron por el impacto sobre el medio ambiente. Afirmaron, además, que el calentamiento global es producto directo de la actividad humana.
CienciaUn grupo de científicos internacionales y del Conicet analizaron más de 200.000 registros de anillos de árboles de 82 especies de todo el mundo para arribar a esa conclusión.
26/10/2020 - 00:00hs
Un grupo de científicos de diversas partes del mundo integrado por miembros del Conicet llegaron a la conclusión de que el calentamiento global hace que los árboles crezcan más rápido pero también se mueran antes.
El equipo de investigadores realizó un exhaustivo análisis en más de 200.000 registros de anillos de árboles de 82 especies de todo el planeta y llegaron a la conclusión de que por el calentamiento planetario y la emisión de dióxido de carbono, el crecimiento es acelerado pero la muerte es más repentina.
“Los bosques representan uno de los sumideros más importantes de carbono en la superficie del planeta. Dado que el dióxido de carbono es el principal componente de los gases de efecto invernadero, es muy importante que los bosques lo retengan en su estructura y no sea liberado a la atmósfera”, explicó el investigador superior del Conicet, Ricardo Villaba.
Asimismo, el científico del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales, destacó que “si aumenta el contenido de estos gases, aumenta la cantidad de radiación retenida por la atmósfera, y se intensifican el calentamiento global y su impacto en los sistemas naturales y las actividades socioeconómicas”.
Según el estudio, el aumento del dióxido de carbono junto con el uso del agua, favorece al crecimiento de las diversas especies de árboles y por eso queda una concentración de carbono en los bosques.
En ese orden, una de las medidas propuestas para mitigar los impactos del mismo en la atmósfera es incrementar y hacer más extensivas la forestación y la reforestación de áreas de bosques degradados.
“Los resultados del estudio cuestionan la efectividad de las reforestaciones de rápido crecimiento favorecidas por el incremento de dióxido de carbono en la atmósfera como fuentes de almacenamiento de largo plazo del CO2 atmosférico. Efectivamente este compuesto será capturado por los nuevos árboles, pero si su crecimiento es rápido morirán antes y el CO2 retornará a la atmósfera”, aseguró Lidio López, otro de los científicos del Conicet que formó parte de la investigación.
En ese sentido, el investigador mendocino especificó que los bosques “no tendrán el efecto de un sumidero de carbono de muy largo plazo. La retención de carbono, fundamentalmente en el tronco y la raíz de los árboles, no tendrá un resultado de siglos o milenios”.
Este estudio llevado a cabo por referentes de universidades como la de San Pablo, Leeds, Valparaíso, Tuscia y Syracuse es el primero de este tipo que se realizó a escala global e incluyó arboles de todo tipo, incluso los tropicales.
“Las conclusiones de nuestro estudio, que implican una reducción considerable del efecto de sumidero de carbono por parte de los bosques en el futuro, aumentan aun más la urgencia de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero”, detalló Villaba.