Último tramo del año y estrés: consejos para afrontar la crisis
Los meses de octubre y noviembre suelen ser un cúmulo de tensión para muchas personas, especialmente en medio de una situación sin precedentes. ¿Cómo afrontarlo?
En el último tramo del año, luego de los embates de la pandemia, la incertidumbre laboral y la recarga de trabajo, muchas personas viven en medio de una crisis de estrés y tensión.
Para evaluar la situación y aplicar consejos con el fin de afrontar ese tipo de crisis, diario Hoy dialogó con el psicólogo laboral Diego Quindimil, quien detalló cuáles son las alternativas para no caer en el intento de llegar al 2021.
“Atravesamos esta crisis prolongada de la pandemia, que implica incertidumbre, aunque muchos tengan un pensamiento mágico al creer que cambia el año y termina la pandemia. No es así. Este fin de año no va a ser igual a los anteriores porque nos atraviesan condiciones de inestabilidad, incertidumbre y ansiedad”, manifestó Quindimil.
Por eso, uno de los consejos del experto es “festejar igual el fin de año” -claro que con las medidas de cuidado por la pandemia- para “llegar con resto” y no estar con la última energía para poder continuar. “No va a haber un corte, por eso necesitamos un airbag emocional”, destacó.
“Cuando uno tiene expectativas y eso que queremos no sucede o no es como esperamos, aparece la frustración. Una recomendación es ajustar esas expectativas, para encontrar la mejor manera de disfrutar dentro de lo posible”, expresó.
En ese sentido, con una situación desgastante en cuanto a lo laboral, por la adaptación de muchos al teletrabajo y a las nuevas circunstancias que trajo el virus, como por ejemplo aplicar medidas de cuidado que generan estrés, Quindimil aconsejó: “Cada uno afronta esta particularidad y este momento tan extraño como puede. Se sabe que va a ser un año de pérdidas, y dentro de la pérdida, podemos pensar en las cosas positivas que cada uno pudo encontrar en medio de esta situación”.
Síndrome de las falsas esperanzas
El psicólogo laboral destacó que hay muchas personas que atraviesan el “síndrome de las falsas esperanzas”. Este tiene que ver con esos objetivos muy grandes que las personas se proponen cada fin de año para el siguiente, y repiten lo mismo cada diciembre.“Lo que propongo es plantear cosas posibles, plantear expectativas terrenales porque sabemos que va a ser un año difícil. Poder plantear otras cuestiones como aplicar hábitos saludables, despegar de los hábitos de consumo, y conectar con algo más allá de las pantallas”, destacó.
También enfatizó en “tener en cuenta que estamos limitados” y que, en este contexto, no se va a poder hacer todo lo que se planifica para esta época. “Si uno sabe que está limitado no corre riesgo, ni genera nuevos contagios. Tampoco ir al otro extremo de no hacer nada y encerrarse en sí mismo. Hay que ubicar la limitación y ver qué se puede hacer dentro de ella”, concluyó.