El rol de la evaluación formativa en la educación a distancia

La Unesco destacó la necesidad de avanzar en un sistema que tenga presente la realidad del alumnado en el marco de la pandemia de coronavirus.

La oficina latinoamericana de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) aseguró que la pandemia de coronavirus provocó la mayor perturbación de la historia de los sistemas educativos mundiales, impidiendo que más de 1.600 millones de alumnos de más de 190 países asistan al colegio, poniendo en juego el futuro de toda una generación.

En este marco, la Unesco destacó la necesidad de avanzar en un plan de evaluación formativa que deje de lado la forma tradicional, frente al desafío que implica la educación a distancia.

Este tipo de evaluación centra su intervención en los procesos de mejora y pone el foco en el proceso educativo del alumnado, para generar un diagnóstico que permita a los docentes adaptarse a las necesidades de los estudiantes.

En este sentido, el organismo explicó que “hay una tendencia de grupos de docentes que tienen experiencia e interés en aplicar evaluaciones formativas”.

Asimismo, Unesco señaló que este tipo de evaluación “surge como una respuesta a la pregunta sobre cómo seguir obteniendo información clara respecto a qué están aprendiendo las y los estudiantes”.

Tras la llegada del coronavirus y con el posterior cierre de escuelas, los sistemas educativos se encontraron con un nuevo desafío que implicaba disponer de un proceso de “retroalimentación”, que tuviera presente las emociones de los estudiantes durante el confinamiento, y el impacto de la brecha digital.

Según una encuesta realizada por la Unesco, los docentes manifestaron sentirse “saturados y con una mayor carga laboral al intentar atender a todos sus estudiantes”. Pese al cansancio, la mayoría “ve como positiva la posibilidad que han tenido de atender la diversidad de sus estudiantes, con un énfasis en el apoyo emocional y una efectiva priorización curricular centrada en la autonomía del estudiantado”.

Para la oficina de Naciones Unidas, “es innegable que los mecanismos de evaluación tradicionales se han puesto en tensión, dadas las condiciones de aprendizaje actual y frente a las limitaciones que tienen las y los docentes para retroalimentar los aprendizajes”.

En este sentido, el organismo sostuvo que esta “es una oportunidad para transformar nuestros sistemas educativos y las experiencias de aprendizaje, poniendo en el centro a los estudiantes, quienes están aprendiendo a aprender y siendo protagonistas en estos tiempos de complejidades”.

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