De California a la Patagonia: quiénes son los “Hells Angels” y los “Tehuelches”, los grupos que se enfrentaron en La Plata
Enfrentamiento a tiros entre los “Hells Angels” y los “Tehuelches” dejó tres heridos en La Plata.
El film dio inicio a una nueva era artística y tecnológica que transformó la industria audiovisual.
19/10/2025 - 00:00hs
En octubre de 1927 se estrenó El cantor de Jazz (The Jazz Singer), dirigida por Alan Crosland y protagonizada por Al Jolson, marcando un antes y un después en la historia del cine.
Se trató de la primera película comercial con sonido sincronizado, gracias al sistema Vitáfono, y significó el inicio del cine sonoro y el ocaso definitivo del cine mudo. Este drama musical tiene una duración de 87 minutos de los cuales apenas dos minutos contienen diálogo con sonido.
Hasta entonces, las películas se proyectaban con acompañamiento musical en vivo, pero “El cantor de Jazz” sincronizó diálogos y canciones grabadas con la imagen, revolucionando la experiencia cinematográfica.
La tecnología permitió la grabación de un diálogo hablado en un disco fonográfico que luego se reprodujo en sincronía con la película proyectada, lo que resultó en un diálogo sincronizado.
El Vitáfono, desarrollado por Bell Telephone Laboratories y Western Electric, permitió registrar la voz y la música directamente sobre un disco que se reproducía al mismo tiempo que la película.
El cantor de jazz narra la historia del hijo de un rabino que lucha por dedicarse al mundo del espectáculo, en contra de los deseos de su padre, que lo insta a seguir su ejemplo. Uno de los momentos emblemáticos, donde se introduce el sonido, sucede cuando el joven Jolson, que ansía ser artista, toca el piano para su madre.
El éxito del filme impulsó a los estudios a invertir masivamente en el sonido, originando el auge de los musicales y el fin de la era muda.