Reconocimiento a un escritor platense

El ciudadano ilustre

Tras cuatro décadas dedicado al mundo de las letras, el escritor platense Guillermo Pilía recibió por parte del Concejo Deliberante un reconocimiento a su trayectoria

La expresión “nadie es profeta en su tierra” parecía calzar perfectamente a la carrera de Guillermo Pilía, un destacado escritor platense que, mientras recibía premios en diferentes partes del mundo, se paseaba por la ciudad en el anonimato. Esta situación cambió luego de que, a sus 58 años y pronto a jubilarse como docente, el Honorable Concejo Deliberante de La Plata lo declarara Ciudadano Ilustre.

“El último reconocimiento suele llegar en el lugar donde uno nació y donde uno desa­rrolló toda su actividad. Es una ley general aunque, en una ciudad con tantos escritores, uno puede haber pasado desapercibido”, dijo Pilía con la humildad que lo caracteriza. 

Entre sus obras, se destaca una investigación que realizó junto con María Elena Aramburú llamada La historia de la literatura de La Plata (2001). “Es el primer libro que aborda esta temática. Creo que fue un aporte importante que hicimos a la cultura de la ciudad”, dijo Pilía sobre este ejemplar de consulta obligatoria.

Nacido en La Plata, egresado del Colegio Nacional y de la Facultad de Letras de la UNLP, este escritor polifacético se desempeñó como docente durante más de 35 años y publicó diferentes libros de poesía, ensayo y narrativa. Por su extensa trayectoria y por la calidad de sus obras, fue ganador, entre otros, de los premios Andrés Bello en 2014 y designado miembro de la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras de Madrid. Pero eso no es todo.

Según el propio Pilía, el reconocimiento que le otorgó la Municipalidad de La Plata “viene muy a cuento de la película El Ciudadano Ilustre. En ese film, el personaje de Oscar Martínez vuelve a su pueblo a recibir el galardón después de obtener el premio Nobel de Literatura. Creo que en mi caso tiene que ver con que hace un mes atrás recibí un premio de Excelencia Literaria en Orlando, Estados Unidos”.

En su rol de profesor de Letras, este hombre, que nunca recibió una beca y que autogestionó los más de 20 libros que tiene publicados, aprovechaba los recreos y los exámenes de sus alumnos para escribir algún poema o un cuento. 

Aunque pronto se jubilará de docente, aseguró que, como escritor, “trabajaré hasta el último día de mi vida”.

Noticias Relacionadas