El telescopio cuya construcción comenzó en Bariloche y terminó en La Plata
La historia del telescopio que el científico Rafael Montemayor comenzó a armar décadas atrás en Bariloche tuvo su epílogo con un proyecto de la Facultad de Astronomía de la UNLP. Ayer, en un emotivo acto realizado en la unidad académica, el equipo que trabajó en su realización exhibió el aparato ante la familia del creador ya fallecido.
“El telescopio tiene una historia bastante pintoresca porque fue donado por la familia Montemayor después del fallecimiento de Rafael, quien estuvo trabajando en el mismo durante 17 años de su vida, en Bariloche”, precisó a diario Hoy el director ejecutivo del Planetario y responsable del proyecto, Martín Schwartz.
Montemayor se dedicó al armado del telescopio como una actividad extraoficial, por fuera de su trabajo en el Instituto Balseiro. Durante la tarde de ayer la esposa del científico, sus dos hijas, que residen en La Plata, y sus pequeños nietos presenciaron el acto, visiblemente emocionados.
Montemayor llegó a montar un 80% del telescopio hasta que falleció por una enfermedad. Pero tuvo el deseo de donarlo a la Facultad, y hace tres años su familia cumplió su voluntad.
El equipo de la UNLP
“Una consecuencia inesperada del proyecto que encaró Rafael fue que generara un grupo de trabajo como el que tenemos, en el que se involucraron varios estudiantes de Ingeniería e Informática”, relató Schwartz, orgulloso, sobre la iniciativa declarada de Interés Académico.
Ese equipo, destacó el experto, trabaja desde hace dos años para convertir el telescopio en un “modelo remoto, primero, y luego robótico”.
Su aplicación en la ciudad
Sobre las posibilidades de aplicación del telescopio en La Plata, los especialistas que trabajaron en el proyecto afirmaron que son “pocas” porque “el cielo de la ciudad está muy contaminado. Servirá para divulgación y docencia”.
Por esto, la idea es “trasladarlo a un lugar con mejor cielo, como Salta”.