En la localidad balnearia
de Las Toninas, entre las bajadas a la playa de las calles 6 y 10, el mar arrasó con algunas casas que estaban sobre la costanera, lo que causó pérdidas millonarias para vecinos
y propietarios.
Diario Hoy en la costa -enviados especiales
Los primeros días del 2024 encontraron a miles de turistas disfrutando de las playas de la Costa Atlántica bonaerense.
El viento atenuó los 26 grados de sensación térmica que se sintieron a partir del mediodía y la brisa del mar refrescó el entusiasmo de quienes llegaron para disfrutar de lo que se conoce como “la primera quincena” de enero.
Algunos muy blancos y otros arrastrando el bronceado que dejó diciembre en la pileta, a los visitantes del partido de La Costa hubo algo que les llamó la atención: a diferencia de otros años, empezaron a avanzar la construcción de las “escolleras” en algunas playas para frenar el avance del mar. Esta postal despertó comentarios y generó que muchas personas decidan sacarse fotos en las playas de Las Toninas, que fue uno de los balnearios más afectados por la crecida del mar.
Las construcciones de las murallas de piedra que son típicas de las playas céntricas de Mar del Plata comenzaron el año pasado entre las bajadas de las calles 6 y 10 de Las Toninas, cerca de la casa de los abuelos de los hermanos actores Lopilato, quienes solían veranear allí en el momento de mayor popularidad de Casados con hijos.
En este balneario, que hace 31 años fue noticia por la desaparición y muerte de una adolescente luego de una fiesta que se había realizado en una vieja discoteca que ya dejó de existir en la Avenida 7 a metros de 34, las casas de la costanera se vieron seriamente afectadas por la crecida del mar y en algunos casos las pérdidas de los frentistas fueron millonarias.
Las Toninas, como otros balnearios del partido de La Costa, tiene una calle denominada “costanera”, que en las playas del norte de este pueblo ya no existe más.
“Se la comió el mar”, explican azorados los vecinos que vieron construir y avanzar las escolleras que impulsó el municipio del lugar para frenar el desastre.
Ahora la postal es similar a la de Mar del Plata, pero claramente le faltan los edificios, los lobos marinos de cemento y un casino que nunca estuvo previsto proyectarse en este humilde y sereno balneario de la Costa Atlántica.