Encontraron a una “bella durmiente” momificada, enterrada con su espejo

Arqueólogos encontraron a una “bella durmiente” momificada y enterrada con su espejo. Su tumba estaba en la ribera del río Yenisei, arriba de una presa gigante en Siberia, donde de mayo a junio, las aguas de la presa retroceden, lo que permitió a los arqueólogos acceder a la tumba. Estaba cuidadosamente vestida,  con ropa de seda y un cinturón de cuentas con una hebilla que parece decorada. También encontraron algunos enseres que dan muestra de su riqueza.

La enterraron en un ataúd de piedra, que permaneció firmemente sellado, así que el cuerpo se momificó de forma natural, que está especialmente bien conservada. Los tejidos blandos, la piel, la ropa y hasta los objetos funerarios fueron encontrados casi intactos. Por su vestido y los bienes que la acompañan, podría ser una nómada huna, pueblo de la estepa, y muy apreciada, posiblemente una noble. 

La acompañaba dos recipientes, uno de ellos un jarrón Hun. Ambos con comida funeraria, y en el pecho, una bolsa de piñones. Además, cerca de la cabeza, los profesionales hallaron encontrado una caja redonda de madera, cubierta con corteza de abedul, y dentro, un espejo chino en un estuche de fieltro. 

Los arquéologos la llaman “la bella durmiente”. No es la primera que recibe ese apodo. La más famosa se descubrió en una zona que perteneció alguna vez al antiguo reino de Aksum, en lo que hoy es Etiopía y Eitrea. También enterrada 2.000 años atrás.  Es el esqueleto de una mujer, con la barbilla descansando suavemente sobre una mano. Frente a su calavara,  un espejo de bronce de la época romana.