cultura

Feria de Editoriales en La Plata

Vuelve a nuestra ciudad Edita, un conglomerado de 150 sellos independientes de Argentina, con muchas actividades con entrada libre y gratuita.

Carlos Aprea es poeta, editor, actor y unos de los factótum de Edita, una feria de editoriales independientes que, enfrentando todas las adversidades, se celebra desde 2016 en nuestra ciudad, mostrando la buena salud de los que siguen apostando por el libro como instrumento comunicación y afirmación intelectual. Conversamos con él sobre el significado de esta ceremonia anual y algunas de las actividades que ofrece, que, entre otras, este año involucran la presencia de escritores como Daniel Guebel, Martín Gambarotta, Martín Prieto, y numerosos autores y editores platenses.

—¿Cuál es el espíritu que anima a esta Feria de Editores?

—Proponer una vez más el encuentro entre escritores, editores y lectores en un espacio común, de acceso libre y gratuito, nos produce una gran alegría. Es nuestro máximo interés y nuestra mayor recompensa al fin de las dos jornadas.

—¿Qué características va a tener el Edita 2024?

—Como en ediciones anteriores, proponemos que, además del recorrido por más de 130 puestos de editoriales diversas, el público pueda asistir a lecturas y debates, también de acceso libre, en torno a problemas y características de la producción narrativa y poética actual, con la presencia de escritoras y escritores de distintos lugares del país y de la región.

—¿De qué manera incide la actual situación política y económica en las ediciones independientes?

—A los inconvenientes que dificultan el acceso al papel en los últimos años, con subas exorbitantes en su costo, se suman los ataques a la ley de precio único, que es, en apretada síntesis, una defensa contra el accionar monopólico de grandes empresas editoras internacionales. Por otra parte, existe un manifiesto desprecio por la actividad cultural libre y diversa que el actual gobierno pregona, con casos emblemáticos como la arremetida de la actual vicepresidenta contra uno de los pocos programas que facilitan el acceso al libro y la lectura existentes en el país (desarrollado por el gobierno de la provincia de Buenos Aires). Por último, la extraordinaria pérdida de ingresos sufrida por parte de asalariados y jubilados, viene incidiendo negativamente sobre los consumos culturales y la propia existencia de editoriales, librerías y lugares de encuentro.

—¿Cuáles fueron los cambios operados en la Feria en estos ocho años de existencia?

—Desde nuestros inicios, en el cálido espacio del Club Alborada, hace nueve años atrás, hemos logrado un crecimiento constante y significativo en cuanto presencia de público, editoriales participantes y actividades de lectura, charlas y talleres. Pasamos de alrededor de 2.000 visitantes a más de 12.000 en la última edición. Contando con el valioso apoyo del Instituto Cultural de la Provincia, el Museo Emilio Petorutti, la Municipalidad de La Plata y una serie de empresas locales que nos vienen acompañando desde las últimas ediciones. Todos estos factores, más la innegable belleza del paseo de la rambla de la calle 51, ha hecho deseable, posible y conveniente que volvamos una vez más a ese emplazamiento con alegría y entusiasmo renovados.

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