Hoy se arma el arbolito

Como es tradición en millones de hogares cristianos, cada 8 de diciembre se arma el arbolito de Navidad, en coincidencia con el Día de la Inmaculada Concepción de María, luciéndose en los hogares hasta el 6 de enero, Día de Reyes. 

La historia dice que el papa Pío IX proclamó en esta misma fecha, pero de 1845, un documento llamado Ineffabilis Deus. Allí estableció que el alma de María, en el momento en que fue creada, estaba “adornada” con la gracia santificante. Si bien no hay una conexión directa entre la fecha y el árbol, a medida que fueron pasando los años esta costumbre se fue afianzando cada vez más.

En la antigüedad, los germanos pensaban que tanto la tierra como los astros pendían de un árbol gigantesco, cuyas raíces estaban en el infierno y su copa, en el cielo. Para celebrar el solsticio de invierno, decoraban un roble con antorchas y bailaban a su alrededor.

En el año 740, San Bonifacio reemplazó el roble por un pino, árbol de forma triangular, en representación de la Santísima Trinidad. Fue adornado con manzanas, como símbolo de la tentación cristiana, y velas, por la luz del mundo.

A través del tiempo, la estética fue cambiando y se comenzó a decorar con bolas y guirnaldas. Esta tradición comenzó en Alemania en 1605, con la idea de darle calidez al frío del invierno. En el Reino Unido, se vio popularizado por el príncipe Alberto, esposo de la reina Victoria, en 1841, y a los hogares españoles llegó recién en 1870, desembarcando luego en la Argentina de la mano de la inmigración.