La caja milagrosa que saca agua del aire del desierto

Está hecha por un material barato y de nueva generación. Sería capaz de absorber el vapor de agua del aire nocturno en zonas áridas

Un grupo de investigadores creó una caja milagrosa que saca agua del aire del desierto. Está hecha por un material barato y de nueva generación llamado MOFs (“Metal-Organic Frameworks”, algo así como “entramados metal-orgánicos”).

La investigación ha informado de un relevante avance en una de las aplicaciones más prometedoras de estos nuevos materiales: la de captar vapor de la atmósfera para producir agua potable, incluso en un lugar tan seco como un desierto. 

Esta estructura orgánica de metal, que se puede configurar para diferentes temperaturas y humedades, fue probada por primera vez en Arizona, Estados Unidos, donde la humedad desciende desde un má-ximo del 40% en la noche hasta un 8% durante el día. Allí, el equipo instaló su nuevo prototipo de cosechadora en el patio de una casa, que comenzó a succionar agua del aire sin otra potencia que la luz del sol.

A comienzos de este año, la cosechadora fue transportada al desierto, donde funcionó de manera similar. A pesar de que tan solo generó varias gotas de agua, la caja demostró ser un producto ideal para aquellas personas que viven en zonas áridas y carentes de agua.

 De acuerdo a los desarrolladores, el prototipo funciona  perfectamente y es adecuado para cualquier desierto del mundo. Actualmente, de acuerdo a las estadísticas, un tercio de la población vive en zonas con escasez de agua, así que ser capaz de obtenerla así es algo muy poderoso. 

Por cada kilogramo de MOF se puede extraer 200 mililitros de agua en un día, más o menos el volumen que entra en un vaso de agua, tras un ciclo de captación y liberación completo (que tiene un día de duración).

Uno de los motivos del éxito de estos MOFs es que su estructura puede abrirse para crear grandes poros. Gracias a esto, tienen una enorme capacidad de absorción. Al igual que ocurre con una esponja, cuantos más poros tengas más superficie interna y, por tanto, mayor capacidad de absorber y retener agua. 

 Un cubo de ciertos MOFs de apenas el tamaño de un terrón de azúcar tiene una superficie interna comparable a seis canchas de fútbol.