CULTURA

La masacre de Tierra del Fuego

Los aborígenes de esas islas argentinas fueron diezmados por aventureros llevados por la fiebre del oro.

Interés General

04/11/2025 - 00:00hs

Antes de la primera y famosa expedición española comandada por Fernando de Magallanes, en 1520 (fueron los primeros europeos en arribar a la zona), los grupo de habitantes originarios se componían de comunidades Selknams (u Onas), Yámanas, Kaweskar y Haush. La soberanía argentina comenzó a gestarse en la parte oriental de la Isla Grande de Tierra del Fuego hacia mediados del siglo XIX, cuando el marino Luis Piedrabuena empezó a explorarla regularmente. Para 1870, se asentó en la zona una misión de anglicanos, y poco tiempo después llegaron grupos salesianos.

Desde el siglo XVI, el extremo sur del continente fue objeto de la ambición y codicia del hombre blanco. Los primeros en recorrer la isla de Tierra del Fuego fueron los exploradores al servicio de las monarquías europeas. A fines del siglo XVIII, con el auge del negocio de la explotación lobera, aventureros norteamericanos, ingleses y de otras naciones llegaron a las cotas fueguinas para cazar lobos marinos, cuyas pieles eran muy valoradas para la confección de capas, sombreros y valijas. Se dieron entonces los primeros encuentros con los nativos, que fueron víctimas de asesinatos y vejaciones de todo tipo.

Sin embargo, la verdadera tragedia para las comunidades de la zona, que habitaban la isla desde hacía varios siglos, comenzó poco después, a partir de la década de 1880, cuando fueron masacrados primero por los extranjeros que habían arribado a esas tierras atraídos por la fiebre del oro, y luego por mercenarios al servicio de estancieros que, con aval estatal, se apropiaron de los territorios más productivos.

El 25 de noviembre de 1886 se produjo una masacre que marcó a fuego la historia de los pueblos originarios de Tierra del Fuego, pues se trató del inicio de un proceso genocida que aún tiene efectos en el presente. Aquel día, por encargo del Ejecutivo Nacional, el oficial Ramón Lista desembarcó con una expedición en la playa de San Sebastián con el fin de explorar la región y se encontró con un grupo de familias selk’nam. Entonces, intentaron tomarlos prisioneros, una práctica común entre los expedicionarios, pero los indígenas opusieron resistencia. En consecuencia, Lista ordenó a sus hombres abrir fuego. La situación terminó con 28 personas asesinadas; entre ellas varias mujeres y niños heridos que sobrevivieron y fueron luego deportados de la isla hacia Buenos Aires.

De ahí en más, en el marco de la colonización emprendida por los países de Argentina y Chile, la ocupación ganadera y la instalación de misiones religiosas alteraron profundamente las formas de vida de los indígenas, que se vieron expuestos a asesinatos, deportaciones y despojos; y a diferentes formas de invisibilización a lo largo de la historia. Desde 1992, aquel fatídico 25 de noviembre es recordado en todo el ámbito de la provincia como “Día del Indígena Fueguino” por Ley N° 29. Como resultado de los reclamos emprendidos desde hace décadas por la Comunidad Rafaela Ishton, la normativa fue modificada recientemente por la Legislatura fueguina, que aprobó un proyecto que declara el 25 de noviembre como “Día del genocidio selk’nam” y, asimismo, dispone que sea una jornada de duelo, con banderas a media asta, y feriado provincial.

Dos años antes de la masacre de San Sebastián, se había declarado a Ushuaia como capital. A principios de 1900, el Gobierno Argentino fundó allí el Presidio de Ushuaia con el objetivo de resolver la cuestión penitenciaria y repoblar la región luego del despoblamiento indígena. La construcción fue realizada con materiales de la zona y con la propia mano de obra de los presos. En 1986, se promulgó la Ley 23.775 donde se aprobaba la provincialización de Tierra del Fuego, pero la misma se hizo efectiva recién el 26 de abril de 1990.

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