Advierten sobre la importancia de la preservación del puma
Luego de varios incidentes relacionados con este animal, organizaciones ambientales remarcaron la necesidad de cuidar a la especie, dado el importante rol ecológico que cumplen.
El gran escritor checoslovaco había pedido a un amigo que quemara su obra. Gracias a que fue desobedecido se volvió inmortal.
18/07/2022 - 00:00hs
Franz Kafka y Max Brod se habían conocido en 1902, en la universidad. Desde entonces eran inseparables. Kafka tenía una salud muy frágil, murió a los 41 años. Cuando fue atacado por una fiebre pulmonar y creyó inminente su partida, le escribió a su amigo, confiándole su última voluntad: que quemara sus manuscritos, con pocas excepciones. “De todo cuanto he escrito pueden conservarse La condena, El proceso, La metamorfosis, En la colonia penitenciaria, Un médico rural, y el relato Artista del hambre”, indicó. Todo lo demás, estaba condenado a arder en una pira y “cuanto antes”.
Un pedido extraño. ¿Por qué no quemó esos textos el propio Kafka, si ese era su deseo? Quizá sabía que su amigo lo traicionaría, y con esa traición, le daría la gloria.