Las estatuas una costumbre griega

Las estatuas más antiguas fueron talladas en el tronco de un árbol. Todas ellas han desaparecido, pero hasta muy recientemente este arte ha sobrevivido en Alaska y en la Columbia británica. Las primeras estatuas de piedras aún conservaban toda la desmañada rigidez de las primeras estatuas de madera. Fueron precisos siglos antes de que los escultores fuesen capaces de lograr que sus estatuas tomasen vida.

La abundancia de estatuas la heredó Roma de Delos, Rodas y Atenas. Era una costumbre enteramente griega. Roma llegó a tener tantas estatuas como habitantes. Plinio el Viejo observó con sentido perspicaz que ningún romano sabía ya considerar ninguna obra en particular. Por eso cuando una ciudad provinciana quería honrar a alguno de sus hijos colocaba cinco estatuas suyas en cinco puntos distintos, como forma de contemplarlo desde cada punto neurálgico del territorio.