Ciencia

Manipulación de la memoria para tratar el alcoholismo

Un grupo de investigadores evalúa si los efectos de la adicción al alcohol en el cerebro podrían modificarse mediante la manipulación optogenética.

El 90% de las personas que realiza un tratamiento para terminar con la adicción al alcohol experimenta al menos una recaída dentro de los primeros cuatro años. Una de las razones es que la abstinencia de bebidas alcohólicas impacta directamente en los sistemas de memoria y estrés del cerebro.

El profesor asistente de Psicología y Ciencias del cerebro en la Universidad de Boston y director de un grupo de investigadores denominado 1907 Research, Steve Ramírez, junto a la investigadora Christine Cincotta, examinaron si los efectos de la adicción al alcohol en el cerebro podrían modificarse mediante la manipulación de la memoria.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores estudiaron la exposición al alcohol y la abstinencia en ratones para ver si podían afectar sus respuestas a experiencias traumáticas.
Utilizando una técnica que utiliza luz e ingeniería genética para controlar las células del cerebro, llamada optogenética, los investigadores pudieron amortiguar artificialmente las respuestas al miedo en ratones y mitigar los comportamientos relacionados con la adicción.

A los roedores se les administró primero etanol de forma crónica para generar un estado relacionado con la adicción y comenzaron a mostrar respuestas de miedo anormalmente intensificadas. “A continuación, descubrimos que las células procesaban una memoria de miedo en particular y las diseñamos genéticamente para que se volvieran sensibles a la luz, de modo que pudiéramos activarlas ópticamente mediante optogenética”, señaló Ramírez.

Luego, el investigador explicó: “Activamos estas células repetidamente en un intento de amortiguar artificialmente las respuestas de miedo, lo cual funcionó sorprendentemente. Estábamos encantados de poder mitigar optogenéticamente estos comportamientos relacionados con la adicción en términos generales”.

“La tecnología optogenética tal como está hoy es demasiado invasiva para ser utilizada en humanos, sin embargo, hay otros grupos que trabajan en el desarrollo de herramientas optogenéticas no invasivas. No obstante, los descubrimientos realizados continuarán expandiendo el conocimiento de la sociedad sobre los circuitos neuronales y, a su vez, informarán los tratamientos futuros y cambiarán la forma en que tratamos a los pacientes con Trastorno por Estrés Postraumático y Trastorno del Consumo de Alcohol”, agregó Cincotta.

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