El romance de Alfonsina Storni y Horacio Quiroga
Mantuvieron una relación en la que los unió la complicidad. El trato entre dos escritores que se veían como pares,
CulturaFue una de las primeras mujeres abogadas recibidas en nuestra ciudad, pero esencialmente fue conocida como escritora y periodista.
04/05/2021 - 00:00hs
Nació en Berisso, en el seno de una familia que huyó de la Rusia zarista, el 24 de febrero de 1912, con el nombre de Matilde Kirilovsky de Creimer, pero sigue siendo recordada como Matilde Alba Swann, seudónimo elegido por la temprana fascinación que tuvo por el primer tomo de la famosa obra de Marcel Proust.
Fue egresada del Colegio Superior de Señoritas, hoy conocido como Liceo Víctor Mercante. A los 21 años, fue una de las primeras mujeres que obtuvo el título de abogada en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de nuestra ciudad. Esta pionera del feminismo durante 50 años se dedicó al ejercicio de la profesión, especialmente en temas referidos a la minoridad, los ancianos y los internos en hospitales psiquiátricos.
Para ella, el ejercicio de la abogacía y la poesía no solo no son caminos opuestos, sino que convergen en una misma voluntad: “Vamos al Derecho con todas nuestras apetencias juveniles, vislumbrando una madre sola, un niño abandonado, un anciano desprotegido, un pueblo sojuzgado, un mundo amenazado de destrucción. Y quién que no sea poeta, porque poeta se nace, no siente en la sangre y en sus huesos el llamado del corazón por todas esas pequeñas y grandes causas que hacen a la existencia humana”.
Publicó ocho libros de poemas, y tuvo una importante participación en el periodismo local. Fue fundadora de la filial La Plata de la Sociedad Argentina de Escritores, entidad que presidió durante muchos años. Entre sus libros se destacan Canción y grito, Tránsito del infinito adentro, Coral y remolino y Con un hijo bajo el brazo. Además del periodismo gráfico en distintos medios –para los cuales fue corresponsal en las islas Malvinas durante la guerra–, condujo programas en Radio Provincia de Buenos Aires y en Radio Universidad de La Plata.
Obtuvo numerosos premios: el Santa Clara de Asís, el Premio Provincia de Buenos Aires, el Premio Dedicación a la Minoridad, y en 1992 fue candidateada para el Nobel de Literatura, obtenido ese año por el poeta caribeño Derek Walcott. Asimismo, fue declarada ciudadana ilustre post mortem por el Concejo Deliberante de la ciudad de La Plata el 24 de agosto de 2005.
El reconocimiento y la amistad de Borges y Sábato
Jorge Luis Borges decía haberse conmovido con la lectura de El hijo que no quieres y Cuando tú sepas mucho, poemas de Matilde Alba Swann en los que “la emoción emerge de un modo necesario y orgánico porque está en los hechos y en la situación que refieren y no dependen de artificios verbales”.
En la década del 40 se casó con el abogado Samuel Creimer y tuvo cinco hijos, que luego serían cuatro abogados y una arquitecta. A todos les dedicó un poema. Vivían en calle 49 entre 12 y diagonal 74, justo enfrente de la casa del líder radical Ricardo Balbín. Contó su hijo, Ricardo Creimer, también abogado y poeta: “Una vez ella esperaba a Ernesto Sábato, porque lo debía presentar en una conferencia, y como eran muy amigos, iba a visitarnos un rato antes. Esto implicó que preparara la casa y los niños con toda pulcritud. Pero, al llegar, mamá mencionó que el líder radical vivía justamente en la vereda opuesta. Entonces Sábato le pidió si le podía conseguir una entrevista, dada la amistad que lo unía con mamá. Ella de inmediato tocó el timbre porque sabía que no se necesitaba cita previa, don Ricardo atendía a todo el mundo. Efectivamente él mismo abrió la puerta y de allí en más se trenzaron en una conversación que duró tanto que el agasajo preparado en casa no pudo tener lugar. Para ellos fue un encuentro inolvidable, nunca habían conversado y se admiraban mutuamente. Para nosotros, un desencanto”.