Nuevas colectas de sangre
Mañana y el miércoles se harán en el Instituto de Hemoterapia en 15 y 66.
Una de las hembras liberadas en 2021 dio a luz a dos cachorros salvajes en total libertad, hecho que se concreta por primera vez en 70 años. La integrante de la Fundación Rewilding Argentina, Marisi López, en diálogo con diario Hoy, explicó la importancia de este suceso.
25/07/2022 - 00:00hs
La reintroducción del yaguareté en los Esteros del Iberá sigue avanzando y dando pasos enormes. En las últimas horas se pudo confirmar que Arami, una de las hembras liberadas el año pasado, dio a luz a dos cachorros salvajes. Este hecho se convirtió en algo histórico, dado que es la primera vez en 70 años que se produce un nacimiento en total libertad de un ejemplar de esta especie. Vale destacar que los otros cachorros que hoy viven en esa condición habían nacido dentro de los corrales del Centro de Reintroducción de Yaguareté. Debido a que se produjo en libertad, los integrantes de la Fundación Rewilding Argentina, quienes se encargan de este y de los demás proyectos de reintroducción de especies en la región, pudieron dar cuenta del suceso gracias a las cámaras instaladas y al collar de seguimiento que lleva Arami. Durante varias semanas, los movimientos de la hembra se centraron en un mismo lugar, lo que llevó a pensar en el acontecimiento que luego pudieron confirmar con los videos recopilados.
“Si ambos cachorros sobreviven, la población del Iberá contará con diez yaguaretés libres, lo cual resulta sumamente importante considerando que en toda la región chaqueña argentina se estima que sobreviven unos 15 individuos”, explicó sobre el histórico suceso Sebastián de Martino, Director de Conservación de la Fundación. Por su parte, la Coordinadora de Parques y Comunidades del Proyecto Iberá de la Fundación, Marisi López, en diálogo con diario Hoy, sostuvo: “El monitoreo de los nuevos cachorros se dará a partir del de la mamá, Arami. Ella tiene un collar de seguimiento y va a estar un año y medio o quizás dos años con los cachorros, que es el tiempo que acostumbran a estar con la madre; primero porque se tienen que alimentar de ella, y segundo porque cuando la madre empieza a cazar les enseña a las crías. Después de este tiempo, cuando sean adultos, van a tener el tamaño perfecto para colocarles el collar de seguimiento. Hoy el collar todavía no es viable, así que monitoreamos a la mamá que es la que está con ellos”.
Por otro lado, López señaló que la idea es no tener contacto con estos animales para que todo siga su curso dentro de los parámetros de la libertad. “No tenemos ningún tipo de contacto con estos yaguaretés, los vimos solamente de lejos con las cámaras. No sabemos el sexo porque justamente no nos podemos acercar. Queremos que sea completamente en libertad y sin ninguna conexión con el humano, para que no parezca que es un zoológico. No tienen que asociarnos con la comida ni con nada, así que no aparecemos nosotros”, mencionó. Al mismo tiempo, en relación a esto último, agregó: “No vamos a acercarnos a controlar el estado de Arami por esto mismo que mencionaba. Por lo que vimos en las cámaras, ella camina con sus cachorros muy bien, así que estimamos que anda en buen estado. Vamos a seguir con este monitoreo de cámara y collar”. Por último, la experta se refirió a la posibilidad de un nuevo embarazo de Arami: “Mientras una madre está con cachorros no vuelve a entrar en celo y por ende no vuelve a copular. Cuando se separa de ellos empieza a entrar en celo de nuevo, y para eso faltará un año y medio aproximadamente.
El yaguareté está considerado como en peligro crítico de extinción, y se estima que su población es de 250 individuos en todo el país. Particularmente, en la provincia de Corrientes se extinguió hace más de 70 años, por lo que el actual proyecto de reintroducción que comenzó en el 2012 es vital. Este animal es el mayor felino del continente americano y cumple el rol de depredador tope en los ecosistemas donde habita. Dentro de sus funciones, las principales son regular las poblaciones de grandes herbívoros y depredadores de menor tamaño y contribuir al buen funcionamiento del hábitat.