Sin exámenes para licencias ni descargos por multas en el Juzgado de Faltas

Como consecuencia de una medida de fuerza impulsada por los trabajadores municipales (ver sección política) ayer se vio seriamente afectada la atención en distintas dependencias que dependen de la comuna platense, y hasta hubo denuncias de malos tratos por parte de los empleados del juzgado de faltas y los que trabajan en el edificio de 20 y 50 donde funciona Control Urbano.

En contacto con diario Hoy, Paula, una de las empleadas que está en la mesa de entradas y recepción de las personas que tenían que rendir el examen físico y teórico para sacar la licencia de conducir, explicó que no se atenderán a las personas a pesar de los turnos, hasta tanto no se resuelva el pedido que se inició por falta de pago.

“Los turnos serán reprogramados y les tratamos de explicar a las personas que se acercan o se quieran acercar entre el jueves y el viernes, que hasta tanto no se regularicen los pagos no van a poder rendir los exámenes”, señaló.

En el Juzgado de Faltas de 48 entre 10 y diagonal 74 la situación fue similar, con la particularidad que encima dejó de funcionar el sistema y no se pudo acceder los archivos y expedientes de las actas que se fueron labrando en los últimos días.

“Estamos trabajando en una dependencia que tiene fines recaudatorios. Si vos salís a manejar y te retienen el registro de conducir en uno de los controles, tenés que pagar 200 mil pesos para poder recuperarlo. Pero mientras tanto a nosotros, los empleados, nos están retrasando los sueldos que van desde los 80.000 hasta los 165.000 pesos”, detalló una de las trabajadoras del lugar con 15 años de antigüedad en el registro.

De acuerdo a lo que pudo averiguar este diario, la situación podría normalizarse la semana que viene y todas aquellas personas que tienen que saldar una deuda con la comuna por multas de tránsito o acercarse a presentar un descargo por alguna infracción deberá esperar al menos unos días más.

Ayer, por lo pronto, las puertas permanecieron cerradas con cintas y sogas durante gran parte de la mañana y recién después del mediodía se permitió el acceso de las personas, sin que esto implique una atención por parte de los empleados que solo se limitaron a explicar lo que estaba sucediendo en el lugar.