Solidaridad platense marca registrada
Durante el año, numerosos héroes anónimos se organizan para ayudar al prójimo, coordinando colectas y eventos. Acercándose a distintas parroquias, clubes y grupos, diario Hoy tomó el pulso del trabajo altruista
La filantropía, según el diccionario de la Real Academia Española, es definida de dos formas: “Amor desinteresado por el género humano // Altruismo”. Un relevamiento hecho por Hoy da cuenta que, la esencia cooperativa tan cuantiosa como conmovedora que se notó por estas latitudes aquel 2 de abril, sigue vigente. Así, distintos referentes de instituciones y organizaciones que recorren las barriadas coincidieron que no es facil encausar los lazos solidarios, pero que nunca se cortan.
Con raíces internacionales, el Club de Leones La Plata Sur deja una huella con sus expediciones al norte del país. Eduardo Borquez (61), un colaborador, contó que “después de 35 años se sigue dando ayuda solidaria en una escuela de frontera de Jujuy y a escuelas rurales de Santiago del Estero. Hasta hace 3 años, junto a la delegación, iba paralelamente un camión lleno de ropa, remedios y juguetes, pero ahora sólo quedan exclusivamente las becas para los niños y adolescentes”. ¿Cómo funciona? “Tenemos padrinos o madrinas en el Gran La Plata que aportan dinero mensualmente, y cuando salimos con las campañas, una vez al año, entregamos las donaciones a una docente de confianza jujeña, que coordina y a su vez controla que cada mes los niños tengan el boletín como corresponde. La mayoría de esos chicos bajan de los cerros, donde los padres cuidan cabritas allá arriba y no hay más nada, siendo su intención que sus hijos estudien. Ya tres de esos niños empezaron la Universidad” comenta. El concepto de los leoninos es “romper la barrera de lo imposible”. Los padrinos y madrinas platenses se comunican una vez al mes con sus ahijados para que haya esa contención afectiva.
Salida ante la crisis
El Padre Andrés Rumbeaud (44) afirmó que “los argentinos y nuestra sociedad platense tienden a buscar salidas muy espontáneas ante los problemas. Planes que movilizan. Pero es difícil sostener a esos voluntarios una vez que se superó una crisis. Por ejemplo, en enero hicimos una colecta para la gente del Litoral, y hoy los medios siguen el tema por las víboras que llegaron a la costa, cuando la gente sigue con agua”.
“Con la Diocesana -siguió Andrés- “además de la emergencia diaria, estamos abriendo programas (de economías solidarias, escolarización, cuidados gerontológicos, etc.) con los que se pueda canalizar a través del voluntariado la mayor ayuda posible; porque no podemos hacer todo”. El cura destacó que “con el de economía social se busca que dejen de lado ser beneficiarios para hacerlos emprendedores. No darles pescado, sino enseñarles a pescar”.
Prender la radio y escuchar el corazón
Una emisora de frecuencia modulada nació hace 6 años en la localidad de Gorina con la consigna de ayudar. En 485 y 136, FM Destino generó una comunicación de constante solidarización con la comunidad. Su propietario, Marcos Luberiaga (35), reconoció que “en esta época somos pocos, y el apoyo es difícil encontrarlo”. Entre las distintas causas sociales, colaboraron con dos niñas que debían hacerse una operación costosa (Angeles Batalla y a Milena Palacios) como así también buscando donacionespara comedores como “Caritas Felices”, cito en Hernández, y los hogares Granja Esperanza y La Casita. En los distintos eventos se acercaron futbolistas pinchas (foto: Damonte) y triperos.
Con la prédica de Don Bosco
Siguiendo el carisma del santo que se dedicó a los jóvenes, desde Ensenada y en pleno siglo XXI se encuentra vivo el placer de donar. El Oratorio Salesiano Don Bosco se conforma con “animadores” entre 19 y 30 años que todos los sábados del año salen a recorrer barrios como Progreso. Mosconi y 5 de Mayo para realizar juegos, dar una merienda y al final la catequesis -en ese orden. Gabriel Reuter (46) es uno de los tres hermanos que de niño se formó con valores como la humildad, que luego no tuvo más que transmitir. “Veo que existe mucha solidaridad, tanto en los jóvenes que vienen a animar a los barrios o en las madres que ayudan a hacer las meriendas y las tortas fritas que vendemos para sustentar las actividades de verano. Y los que no pueden acercarse, ayudan con plata”, expresó. Este mes llevaron a 80 chicos (en 3 micros) a una estancia en Tapalqué. Al regresar, con otros 200 pibes fueron una semana a un camping de Punta Lara. ¿Con qué costo? El de la formación sana. El de la siembra al prójimo.