cultura

El origen del deporte

Nuestra vida es inconcebible sin el deporte, ya sea practicándolo o como espectador, pero su existencia es más lúdica que necesaria.

Uno de los rasgos más importantes de nuestros tiempos es la influencia y difusión que consiguen los eventos protagonizados por personas que se enfrentan, según diversas reglas, para tratar de imponerse a cuerpos se­mejantes: el deporte. Esta noción siempre había existido, pero terminó de codificarse a fines del siglo XIX, impulsada por los colonos británicos en muy diversos rincones de nuestro planeta.

Fue entonces cuando se convocaron los primeros “Juegos Olímpicos” – copia de unos rituales griegos que incluían diversos enfrentamientos entre los cuerpos- y fue entonces, sobre todo, cuando se afianzaron el mundo los grandes deportes que lo dominan: el fútbol, más que nada, el basquet, el tenis, el box, etc. La fuerza del fútbol tenía una característica particular: un pensador de la época lo definió como “el invento más exitoso que podría no haber existido nunca”, para decir que nada permitió prever su creación y auge: que si no existiera nadie lo extrañaría.

El fútbol es uno de los relatos más seguidos de nuestro tiempo: la historia de cómo dos equipos contrapuestos pretenden hacer lo mismo al mismo tiempo y solo uno de ellos lo consigue. Once personas contra once,encerradas en una hectárea de pasto para disputarse con los pies el control de una pelota que buscan introducir en un espacio de 171.288 centímetros cuadrados delimitado por dos tubos verticales y uno horizontal.

Los futbolistas son grandes agentes dinamizadores de la economía global: su práctica produce negocios por 40 a 50 mil millones de euros al año. Está, por supuesto, todo el movimiento directo – transmisiones, publicidades, grandes contratos-. Está la venta de sus camisetas y demás chucherías: en 2021, las cinco grandes ligas europeas vendieron 16 millones de camisetas de sus jugadores: un negocio de 1.600 millones de euros. Y hay efectos más impensables aun, como la explosión de una rama artesanal de época: la peluquería de los jugadores.

El Informe sobre Audiencias y Participación Global de la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022 ha confirmado que el campeonato atrajo a cinco mil millones de aficionados en todo el mundo, lo que convierte a la cita catarí en la Copa Mundial de la FIFA más seguida de la historia. Las estadísticas, que han sido elaboradas por organizaciones independientes de renombre mundial y líderes en su sector, confirmaron a esta XXII edición como la más grande en los 94 años de distinguida historia de la competición mundial. La interacción total en la final entre Francia y Argentina fue de 1.420 millones de espectadores, la más alta de la historia, y la audiencia global media en partidos individuales del primer Mundial celebrado en Oriente Próximo fue de 175 millones; mientras que la cobertura que hizo Telemundo de la final fue el partido de la Copa Mundial de la FIFA más retransmitido en la historia mediática de Estados Unidos.

Asia y Oceanía sumaron algo más de la mitad de las interacciones totales (2.591 millones) del torneo, que se disputó en Qatar entre noviembre y diciembre de 2022, mientras que África y Oriente Próximo (945 millones) arrojaron la segunda cifra más elevada. En cuanto a mercados individuales, China fue líder con 1.161 millones, por delante de la India con 745,7 millones.

Mientras tanto, un partido de fútbol seguirá consistiendo en una sucesión interminable de fracasos: su meta de introducir la esfera entre los postes se cumplía poco. En una época en que las víctimas son la categoría más reverenciada, unos cuerpos que son víctimas permanentes de su dificultad y su torpeza merecen su consideración. En tiempos en que las personas cambian con frecuencia de trabajos, parejas, países, actividades, ideas de sí mismas, muy pocos pueden imaginar el cambio de su pertenencia futbolística.

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