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Todo preparado para el Museo a Cielo Abierto Huellas de Dinosaurios

Catorce kilómetros al sudoeste de la ciudad mendocina de Malargüe, se construye este espacio que planea abrir al público en la próxima primavera.

El Museo a Cielo Abierto Huellas de Dinosaurios de la ciudad mendocina de Malargüe, zona donde una manada de dinosaurios titanosaurios caminó hace 70 millones de años y dejó marcadas sus huellas, “únicas en su tipo en el mundo”, planea estar abierto al público para la próxima primavera.

Todo surgió en 2006, cuando el paleontólogo mendocino Bernardo González Riga descubrió y estudio las primeras huellas del sitio. Luego de más de 15 años de trabajos continuos, se dieron a conocer decenas de investigaciones realizadas por el Equipo del Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la FCEN-UnCuyo. El año pasado, luego de exhaustivas investigaciones, el equipo de investigación realizó un importante trabajo liderado por la paleontóloga María Belén Tomaselli dónde estudiaron unas nuevas huellas y las denominaron Teratopodus malarguensis, en referencia a las “garras monstruosas de Malargüe”.

Así, el sitio Agua del Choique continúa siendo motivo de constantes descubrimientos, constituyendo una ventana hacia el pasado y hacia los últimos dinosaurios que habitaron la Tierra hace más de 70 millones de años. El museo a cielo abierto tendrá un edificio con sala de interpretación, una gran recepción y entrada con llamativo pórtico alusivo que ya está en etapa de finalización. Sobre este proyecto, el paleontólogo Leonardo Ortiz explicó que la idea es “darles visibilidad a aspectos científicos que tienen que ver con el estudio de las huellas de dinosaurios que se encuentran en el lugar”, ya que “se vincula el conocimiento científico, la preservación patrimonial y el turismo, a fin de que las personas puedan gozar del conocimiento que hemos obtenido a nivel paleontológico de las huellas”.

Estudios realizados por el equipo de investigación del Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la Universidad Nacional de Cuyo develaron que al menos cuatro titanosaurios de tamaño mediano (7 a 16 metros de longitud) se desplazaron juntos en sentido norte a sur a unos 4,3 kilómetros por hora en Malargüe, sur de Mendoza, y al límite con Neuquén. Uno de estos individuos era un juvenil de 7 metros de longitud, cuyas huellas quedaron fosilizadas de forma paralela a las de un individuo adulto que lo duplicaba en tamaño; y además, en este mismo lugar, hay huellas aisladas de terópodos, que eran dinosaurios carnívoros y bípedos.

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