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La prevalencia de la arteria mediana aumentó significativamente y prueba que la mutación genética es la más veloz de los últimos 250 años.
11/05/2024 - 00:00hs
La mutación genética es parte del proceso evolutivo de los seres humanos desde el origen de la especie. Si bien los cambios anatómicos son imperceptibles, una investigación publicada en la revista científica Journal of Anatomy reveló un aumento significativo en la prevalencia de la arteria mediana, lo cual implica una aceleración de la evolución humana.
En este sentido, Teghan Lucas, miembro de la Universidad australiana de Flinders, destacó que la arteria fue detectada en el “10% de las personas nacidas a mediados de la década de 1880”, mientras que su prevalencia fue del “30% en los nacidos a finales del siglo XX”.
Este vaso sanguíneo se gesta en el útero de la madre. Si bien es el canal más importante en cuanto al suministro de sangre del antebrazo y la mano, desaparece una vez que se desarrollan las arterias radial y cubital, motivo por el cual la mayoría de los adultos no la tiene.
El equipo de investigadores diseccionó 78 miembros superiores extraídos de cadáveres de adultos de entre 51 y 101 años en el momento de la muerte y descubrieron que 26 de estas extremidades tenían arterias medianas, lo que representa una tasa de prevalencia aproximada del 33%.
De acuerdo a las proyecciones de los investigadores, los individuos nacidos dentro de 80 años tendrán una mayor prevalencia de la arteria mediana. “Esto muestra que los humanos modernos están evolucionando a un ritmo más rápido que en cualquier momento de los últimos 250 años”, remarcaron los científicos.
Si bien tener una arteria mediana se asocia con algunos problemas de salud, como el síndrome del túnel carpiano y la trombosis, los autores sostienen que podría ser aprovechada, debido a que puede actuar como un vaso sanguíneo de emergencia si las arterias radial o cubital están dañadas.
“Si esta tendencia continúa, la mayoría de las personas tendrán la arteria mediana del antebrazo para el 2100”, aseguró Lucas.