La Sociedad Argentina de Pediatría publicó un informe acerca de los efectos nocivos de los pesticidas sobre la población infantil.
Con el impulso de la Comisión de Salud Ambiental que forma parte de la Sociedad Argentina de Pediatría se presentó un informe acerca de los efectos nocivos de los pesticidas sobre la población infantil. El documento fue elaborado por un equipo multidisciplinario integrado por médicos, investigadores y científicos integrantes de organizaciones e instituciones de referencia en el estudio del impacto de los agrotóxicos en la salud y el ambiente. “Las evidencias en sí mismas son contundentes y ameritan entrenarnos como profesionales de la salud en la identificación de problemas sanitarios que puedan estar relacionados con estos aspectos y colaborar con la erradicación o drástica disminución del uso de estos tóxicos”, dice el informe.
Además de concientizar a los trabajadores de la salud infantil y proveer información a la comunidad médica para abordar las enfermedades asociadas a los 520 millones de litros de herbicidas, insecticidas y fungicidas que se utilizan en el país por año, el informe se propone dialogar con las comunidades expuestas al modelo agropecuario intensivo. Bajo el título Efecto de los Agrotóxicos en la Salud Infantil, esta guía comienza a revertir una deuda con la salud pública: la falta de estadísticas e informes epidemiológicos que permitan cuantificar la dimensión del problema; y también un reconocimiento a la lucha de los pueblos fumigados que motorizaron medidas de resguardo en todo el país.
A través de sus doce capítulos, la guía hace un repaso de la bibliografía disponible sobre el perjuicio en la salud infantil a causa de los productos mayormente utilizados en los campos de la Argentina como clorpirifos, atrazina, imidacloprid, 2-4D, paraquat, carbofuran y glifosato. De esa forma, todo el trabajo está cruzado por patologías como cáncer, disrupción endócrina, enfermedades neurodegenerativas, trastorno del neurodesarrollo infantil, malformaciones congénitas, tumores cerebrales, disfunciones del sistema nervioso central, autismo, trastornos de conducta, leucemia, hipotiroidismo, asma bronquial, trastornos reproductivos.
“Es de conocimiento público el efecto perjudicial de los agrotóxicos sobre la salud humana tanto a nivel agudo como crónico. Este efecto sobre la salud tiene una sólida fundamentación científica”, dice María Gracia Caletti, pediatra nefróloga, consultora del Hospital Garrahan y coordinadora del documento. “Es un problema de salud pública que en la Argentina adquiere una dimensión muy grande, y que no está siendo resuelto de una manera adecuada”, asegura la profesional.