Gesto solidario

Una platense festejó su cumpleaños donando sangre junto con diez amigos

La particular celebración nació como una iniciativa solidaria. Cada uno de los “invitados” podría salvarle la vida a cinco personas. Recomiendan imitar su ejemplo

Una profesora de karate y entrenadora deportiva platense eligió festejar su cumpleaños llevando a una decena de amigos a donar sangre al Instituto Provincial de Hemoterapia de esta ciudad.

Se trata de Elsa Pouton, quien el jueves cumplió 39 años e invitó a diez amigos a donar sangre y plaquetas. Mientras lo hacían, conectados a las máquinas, cantaron el Feliz cumpleaños y recibieron regalos de los promotores de la donación. “Me encanta pensar que con mi donación pude ayudar hasta a cinco personas enfermas, y que para muchos esto puede significar la diferencia entre la vida y la muerte”, sostuvo Pouton.

“Yo vengo varias veces por año”, contó orgullosa, y aseguró que los médicos, bioquímicos y promotores del Instituto, que depende del Ministerio de Salud provincial, la atienden “como a una reina”.

En tanto, desde el equipo de Hemoterapia afirmaron que ella es “el ejemplo de hacer el bien sin mirar a quién” y publicaron todas sus fotos en la fanpage del Instituto, que se encuentra en Facebook como “Sangre circulando”.

La ministra de Salud provincial, Zulma Ortiz, elogió la actitud de Elsa y sus amigos y convocó a imitar su voluntad de ayudar. 

La primera vez que Pouton donó tenía 18 años y su hijo Agustín, que ahora tiene 19, dona desde los 16, con su autorización. “Lo hago porque me hace bien, porque no quiero ser egoísta y porque a cualquiera le puede hacer falta. Si alguna vez algo me pasa a mí o a mis seres queridos, me gustaría que la sangre no sea un problema, que siempre haya”, comentó convencida, y bregó para que otras personas “se contagien” de su actitud.

La original celebración comenzó a gestarse a principios del mes pasado, cuando Elsa le propuso a su grupo donar sangre, a modo de gesto solidario de fin de año. 

Y así lo hicieron: el 30 de diciembre fueron todos al Instituto de Hemoterapia. Cuando terminaron de donar, se sentaron en el comedor a tomar un desayuno. Elsa aprovechó el “envión” y redobló la apuesta: “Ahora quiero pedirles algo más: que para mi cumple, el 

26 de enero, volvamos todos juntos. Es el mejor regalo que pueden hacerme”. Y así lo hicieron.

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