Asumió el nuevo presidente de Emiratos Árabes Unidos

Tras haber decretado 40 días de luto por la muerte del jeque Khalif bin Zayed Al Nahyan, el Consejo Supremo Federal de Emiratos Árabes Unidos (EAU) eligió como sucesor a su hermanastro, Mohamed bin Zayed Al Nahyan, quien ya había asumido durante un breve período, cuando el difunto presidente sufrió un derrame cerebral que lo apartó del proceso de toma de decisiones.

A propósito de su reciente asunción, la agencia estatal emiratí Wam señaló que Bin Zayed “expresó su agradecimiento por la valiosa confianza depositada en él” por los miembros del Consejo Supremo emiratí y los gobernantes de los siete emiratos que conforman el país. El primer ministro y gobernante del emirato de Dubái, Mohamed bin Rashid Al Maktoum, que ejerció brevemente como presidente interino del país tras la muerte el domingo del anterior líder, felicitó al nuevo jefe de Estado por su elección. Asimismo, poco antes de su nombramiento, WAM informó que Bin Zayed recibió varias llamadas telefónicas de “líderes de varios países hermanos y amigos” para expresar sus condolencias por la muerte de su medio hermano.

Entre los líderes que se contactaron con el flamante mandatario se encuentran el rey Mohamed IV de Marruecos; el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman; el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; el presidente estadounidense, Joe Biden; y el jefe de Estado de Francia, Emmanuel Macron. Asimismo, este último y otros mandatarios, como el presidente egipcio Abdelfatah al Sisi, anunciaron que tienen previsto viajar a Emiratos para expresar su pésame al nuevo jefe de Estado de manera presencial. Por otra parte, los países y organizaciones árabes de Medio Oriente también lo felicitaron por el nombramiento.

Bin Zayed es un militar formado en Gran Bretaña, que se bautizó a sí mismo “MBZ”. Es el tercer hijo del jeque Zayed Ben Sultan Al Nahyan, el hombre que unificó en 1971 los siete emiratos que componen los EAU y fue su primer presidente. Su declarada lucha contra el islamismo y el extremismo religioso –dentro y fuera de las fronteras del país– fue una de las principales razones que lo llevaron, por ejemplo, a intervenir para aplastar las protestas prodemocracia en el golfo Pérsico en 2011 que, en su opinión, eran un caldo de cultivo idóneo para ideas “radicales”. Entusiasta de las armas y de los aviones de combate, estará al frente de un pequeño país de apenas 9,8 millones de habitantes.