Canadá: descubrieron otras 160 tumbas cerca de un internado para aborígenes
En poco más de un mes se descubrieron más de 1.000 tumbas cerca de internados, resabio de la política canadiense de asimilación forzada, que está conmocionando al país.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo hoy tener "el corazón roto" tras el hallazgo de más de 160 nuevas tumbas anónimas cerca de un internado para aborígenes en la isla Kuper, en el oeste del país.
"Se me rompe el corazón. No podemos traer de regreso a los muertos, pero podemos seguir diciendo la verdad de la misma forma en que seguiremos trabajando junto con los pueblos indígenas para luchar contra la discriminación y el racismo sistémico con acciones reales y concretas", dijo Trudeau a la prensa en un testimonio recogido por la agencia AFP.
"Debemos enfrentar, una vez más, el trauma que siguió a estos actos de genocidio", dijo la jefa de la comunidad Penelakut, Joan Brown, en una declaración el pasado 8 de julio, que confirma el hallazgo de más de 160 tumbas no identificadas en el sitio.
"Esto es sólo la punta del iceberg", dijo el exvicepresidente de la Unión de Jefes Nativos de Columbia Británica, Bob Chamberlin, que estimó que otras numerosas tumbas "aún no fueron descubiertas".
En poco más de un mes se descubrieron más de 1.000 tumbas cerca de internados para aborígenes, resabio de la política canadiense de asimilación forzada, que está conmocionando al país.
La escuela residencial para aborígenes de la Isla Kuper acogió a niños nativos desde finales del siglo XIX hasta 1975.
El anuncio de hoy se produjo tras el hallazgo de restos humanos de 215 niños indígenas en Kamloops, 751 tumbas sin identificar en Marival, y otras 182 en Cranbrook.
Hasta la década de 1990, unos 150.000 niños, adolescentes indígenas y mestizos fueron internados a la fuerza en 139 escuelas residenciales administradas por la Iglesia católica en nombre del gobierno canadiense, y se estima que más de 4.000 estudiantes murieron por enfermedades y actos de negligencia.
También sufrieron apremios físicos y abusos sexuales por parte de los regentes o maestros que los alejaron de su cultura y su lengua.