El Papa sufrió una caída y se golpeó la cara
El sumo pontífice de 87 años apareció ayer con un hematoma en el rostro en la basílica de San Pedro y generó gran preocupación en los fieles.
El Papa Francisco apareció ayer con un moretón en la zona derecha de la cara durante la celebración del décimo consistorio en la basílica de San Pedro, donde se formaron 21 cardenales de todo el mundo. A raíz de esto, se supo que se trató de un accidente y el Vaticano explicó lo qué ocurrió.
La entidad aseguró que el moretón del sumo pontífice fue “consecuencia de una contusión” que tuvo lugar el viernes por la mañana. Allí, se “golpeó la barbilla con la mesilla de noche”, de acuerdo a la información que brindó el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Durante la ceremonia, llamó la atención el hematoma que presentaba justo en la zona de su pera, el cual se extendía hacia su derecha por su cuello.
Francisco elevó ayer al rango de cardenales a 21 prelados de los cinco continentes. Con una importante presencia latinoamericana, reflejo de su interés por las periferias en una Iglesia cada vez más globalizada.
“A veces corremos el riesgo de concentrarnos en lo superfluo, olvidando lo esencial. Con demasiada frecuencia las cosas secundarias toman el lugar de lo que es necesario, las exterioridades prevalecen sobre lo que realmente importa, nos sumergimos en actividades que consideramos urgentes, sin llegar al corazón”, expresó Francisco.
Asimismo, designó a más del 78% de los 140 cardenales “electores”, aquellos menores de 80 años, con poder de voto en los cónclaves que requieren una mayoría de dos tercios para elegir un pontífice.
Entre los nuevos cardenales se encuentra el arzobispo de Lima, Carlos Castilo Mattasoglio; el de Santiago de Chile, Fernando Natalio Chomali Garib; el de Santiago del Estero y primado argentino, Vicente Bokalic Iglic; y el de Guayaquil, el ecuatoriano Gerardo Luis Cabrera.
Como es tradición, los nuevos “príncipes de la Iglesia” se arrodillaron uno tras otro ante el Papa para recibir la birreta, un bonete cuadrangular de color púrpura y un anillo. “¡Adelante!”, les dijo el santo padre en señal de aliento.
En cuanto a su agenda, Francisco rechazó la propuesta para ir a la reapertura de la catedral de Notre-Dame, ya que mantiene importantes diferencias con el gobierno francés.