El Parlamento italiano rechazó nombrar presidenta a la titular del Senado

Maria Elisabetta Alberti Casellati había sido impulsada por las principales fuerzas de centroderecha, pero no pudieron convencer a los otros sectores, por lo que no alcanzaron los 505 votos necesarios.

La centroderecha italiana fracasó este viernes en su intento por convertir a la titular del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, en la primera presidenta de la historia del país. Ahora deberá negociar con la centroizquierda para encontrar un nombre de común acuerdo para que suceda al actual mandatario, Sergio Mattarella.

Casellati había sido impulsada por las principales fuerzas de centroderecha que, sin embargo, no pudieron convencer a otros sectores y no alcanzaron los 505 votos necesarios que representan la mayoría simple de los 1.009 “grandes electores” que participan de la votación.

Su postulación, que este viernes alcanzó los 382 votos, fue la primera candidatura firme de la centroderecha en las votaciones que iniciaron el lunes y que, con la votación de esta mañana, acumulan ya cinco rondas sin acuerdo entre los partidos políticos.

Tras no llegar a un acuerdo por Casellati, la “sesión conjunta” que busca elegir al sucesor de Mattarella volverá a reunirse para votar a partir de las 17 de Italia (13 de Argentina) de este viernes.

El jueves, en un intento por medir fuerzas al ver que se demoraba la aparición de un candidato compartido con la centroizquierda, la centroderecha había dado la orden de la abstención a sus votantes y alcanzó 433 abstenciones.

Para poder ratificar a Casellati, las fuerzas de centroderecha necesitaban convencer a casi la mitad de los 140 “grandes electores” que se nuclean en partidos de centro o regionales, y que eran claves luego de la postura de la centroizquierda de rechazar la candidatura de la titular del Senado.

A medida que se suceden las votaciones sin llegar a un acuerdo entre las fuerzas políticas, vuelven a ganar fuerza las posibilidades de que los partidos que sostienen al premier Mario Draghi en el gobierno (toda la centroizquierda y toda la centroderecha menos Hermanos de Italia) le pidan a Mattarella un “sacrificio” para aceptar un segundo mandato.

De hecho, el senador y expremier Matteo Renzi, uno de los referentes de la centroizquierda, planteó que para su sector “todavía está en la cancha” la hipótesis de solicitarle a Mattarella que acepte un nuevo mandato, pese a las resistencias iniciales del actual presidente.

Mattarella, de 80 años, recibió el jueves 166 votos, en crecimiento frente a los 125 del miércoles y los 39 del martes, más allá de su ya explicitada intención de abandonar el cargo el próximo jueves. En la jornada de ayer, el actual mandatario alcanzó 47 votos pese a la abstención de las principales fuerzas de centroizquierda.

La otra opción que vuelve a ser considerada por analistas y legisladores es la de un nuevo intento del premier Mario Draghi para superar los vetos que tiene de parte de la Liga y del Movimiento Cinco Estrellas para poder pasar del Palacio Chigi al del Quirinal.

La sesión conjunta que reúne a seis senadores vitalicios de designación presidencial, 321 senadores y 630 diputados elegidos en las elecciones de 2018 y 58 delegados enviados por las 20 regiones del país se reúne en “sesión conjunta” desde el lunes y busca darle a Italia un nuevo jefe de Estado para los próximos siete años.

Según la Constitución, de todos modos, las atribuciones del presidente son limitadas, concentradas en la firma de leyes y el ámbito protocolar, mientras que la gestión cotidiana la lleva adelante el Primer Ministro.

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