Juicio

El principal acusado de los atentados de París se declara "combatiente" del ISIS

Comenzó el juicio sobre los actos terroristas yihadistas del 13 de noviembre de 2015, que dejaron 130 muertos.

El principal acusado en el juicio que comenzó hoy sobre los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015 (13-N) en París, que dejaron 130 muertos, el francomarroquí Salah Abdeslam, pronunció la profesión de fe islámica y se declaró "combatiente del Estado Islámico" en sus primeras palabras ante el Tribunal.

Salah Abdeslam fue el primero de los 14 acusados presentes -seis están juzgados en rebeldía- en ser consultado por su identidad, como suele ser habitual en los juicios.

Hoy el Tribunal francés abrió el megaproceso que se desarrollará en el céntrico Palacio de Justicia de París durante unos nueve meses, con casi 1.800 partes civiles y 20 acusados.

El "juicio del siglo", en palabras de la prensa francesa, "es un salto a lo desconocido", estimó Arthur Dénouveaux, superviviente de la sala de conciertos Bataclan y presidente de la asociación de víctimas Life for Paris.

Abdeslam figura como el principal acusado por las matanzas perpetradas el 13-N en el Estadio de Francia, al norte de París, en las terrazas de los bares del este de la capital y en el Bataclan.

El primer momento importante del juicio comenzará a fines de septiembre con los testimonios de los sobrervivientes y allegados de las víctimas, durante cinco semanas.

El interrogatorio de los acusados llegará en 2022 y la pregunta que surge es si Abdeslam abandonará el mutismo en el que se ha instalado desde su detención en Bélgica en 2016, más allá de sus referencias al Islam.

Doce de los 20 acusados se enfrentan a la cadena perpetua por la ola de ataques del 13-N en el suburbio de Saint-Denis, del otro lado del límite norte de la capital. En ese momento, un atacante suicida activó sus explosivos cerca del Estadio de Francia, donde tenía lugar un partido amistoso de fútbol entre Francia y Alemania, con miles de personas en las gradas, entre ellos el entonces presidente Francois Hollande y la canciller alemana Angela Merkel.

Dos kamikazes más siguieron minutos después provocando la muerte de un conductor de un micro.

Abdeslam también debía volarse pero acabó huyendo a Bélgica, porque, según los investigadores, su cinturón de explosivos era defectuoso.

A continuación, en el centro de París, dos comandos de tres hombres cada uno dispararon contra terrazas de bares y restaurantes y balearon a los asistentes a un concierto en el Bataclan, donde las fuerzas del orden lanzaron un asalto pasada la medianoche.

El saldo del peor ataque en París desde la Segunda Guerra Mundial fue de 130 muertos y más de 350 heridos, en un momento en que una coalición internacional luchaba contra el EI en Siria e Irak y miles de sirios buscaban llegar a Europa huyendo de la guerra.

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