El Vaticano autorizó la bendición de parejas del mismo sexo

El Vaticano anunció la autorización de la bendición de parejas del mismo sexo y “en situaciones irregulares”, marcando un hito en la posición de la Iglesia católica sobre la diversidad sexual. Aunque se aclara que esta bendición no se llevará a cabo simultáneamente con los rituales civiles de unión ni en conexión con ellos, constituye un cambio en la postura oficial de la Iglesia.

El documento del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobado por el papa Francisco, establece que la bendición de parejas del mismo sexo no debe confundirse con el sacramento del matrimonio y que no debe haber fijación ritual por parte de las autoridades eclesiásticas. “Esta bendición nunca se realizará al mismo tiempo que los ritos civiles de unión, ni tampoco en conexión con ellos. Ni siquiera con las vestimentas, gestos o palabras propias de un matrimonio”, enfatiza el comunicado.

Es la primera vez que la Iglesia “abre el camino de forma tan clara” a la bendición de parejas del mismo sexo, a pesar de las tensiones generadas dentro de la institución debido a la fuerte oposición del ala conservadora, especialmente en Estados Unidos.

Aunque algunos sacerdotes ya practicaban bendiciones para parejas del mismo sexo en lugares como Bélgica y Alemania, esta declaración oficial del Vaticano marca un cambio significativo en la postura de la Iglesia. La decisión se produce seis semanas después de la conclusión del Sínodo para el futuro de la Iglesia católica, donde se discutieron temas sociales, incluyendo la aceptación de personas LGTB y divorciados vueltos a casar.

A principios de octubre, cinco cardenales conservadores instaron públicamente al Papa a reafirmar la doctrina católica sobre las parejas homosexuales, pero el documento final del Sínodo no abordó esta cuestión. En 2021, el Vaticano reiteró que la homosexualidad es considerada un “pecado” y confirmó que las parejas del mismo sexo no pueden recibir el sacramento del matrimonio.

Desde su elección en 2013, el papa Francisco ha abogado por una Iglesia “abierta a todos”, lo que ha generado críticas y resistencia por parte de los conservadores, destacándose su decisión en 2021 de limitar el uso de la misa tradicional en latín.