Escándalo en el Reino Unido por filtración de documentos confidenciales

Suella Braverman, ministra del Interior británica que renunció con Liz Truss y volvió a su puesto luego de una semana junto al recientemente electo Rishi Sunak, se encuentra bajo observación por su implicación en un nuevo escándalo de filtración de documentos oficiales y por la crisis migratoria en el Canal de la Mancha.

El regreso de Braverman, representante del ala dura del Partido Conservador, está tensionando a Sunak, el reemplazo de Truss. Ante las crecientes presiones sobre los baches de seguridad durante su breve primer mandato como ministra del Interior, la propia implicada reconoció haber enviado documentos confidenciales a su cuenta personal al menos en seis ocasiones a lo largo de 45 días.

Braverman le presentó su renuncia el pasado 19 de octubre a Liz Truss por diferencias políticas, tras reconocer que había remitido correos oficiales a un diputado conservador (John Hayes) en violación del código ministerial.

Pasada una semana, la ministra de Interior volvió a su puesto. En este sentido, el Partido Laborista pidió la apertura de una investigación parlamentaria y alegó que Braverman no debería volver a desempeñar un cargo en el gobierno.

Downing Street reconoció ayer “el error de juicio” cometido por Braverman en el caso de los seis correos redirigidos a su cuenta personal. Sin embargo, Rishi Sunak reiteró su “plena confianza” en ella, a la espera de su comparecencia en el Parlamento.

Braverman es también responsabilizada por el deterioro del centro de inmigrantes de Manston en Dover, que sufrió el domingo un ataque con una bomba molotov a manos de un hombre que viajaba en auto y que luego se suicidó. Mientras se aclaraba el extraño incidente, el secretario de Inmigración, Robert Jenrick, reconoció que el centro de inmigrantes se encuentra en “una situación intolerable”.

Más de 1.500 inmigrantes cruzaron ilegalmente el Canal de la Mancha durante el pasado fin de semana, lo que eleva a casi 40.000 el récord de travesías en un año. El primer ministro Sunak estableció como prioridad un nuevo acuerdo con Francia para subsanar la situación, entre acusaciones contra Suella Braverman por haber permitido el deterioro.

Por su parte, Braverman declaró que está siendo “víctima de una caza de brujas por gente que ignora los hechos”, ante el doble escándalo que la puso en el centro de la escena.