Lula apuntó contra Bolsonaro durante una conferencia de prensa desde la cumbre del G20 celebrada en Nueva Delhi.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acusó a su predecesor, Jair Bolsonaro, de estar completamente implicado en el intento de golpe perpetrado en enero de este año contra las sedes gubernamentales en Brasilia.
En esta línea, Lula expresó: “Creo que está altamente comprometido; cada día van apareciendo cosas, y cada día vamos a tener claro que había una perspectiva de golpe y que el expresidente estaba involucrado en ella hasta los dientes”.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) asumió la presidencia anual del bloque en la cumbre del G20, destacando la relevancia de la estabilidad política en América Latina. Asimismo, subrayó que “el tiempo se encargará de dejar las cosas claras” y atribuyó a Bolsonaro una parte significativa de los problemas acontecidos en Brasil recientemente.
El fin de semana, la justicia brasileña aceptó el acuerdo de colaboración de uno de los asesores más cercanos a Bolsonaro, el coronel Mauro Cid, lo que podría proporcionar información valiosa sobre los escándalos que rodean al exmandatario. Bolsonaro enfrenta múltiples investigaciones, siendo la más avanzada la relacionada con la presunta venta de joyas y obsequios estatales de Arabia Saudita en lugar de ser destinados a un archivo público, como correspondencia.
Además, el coronel Cid, vinculado al operativo de las joyas presidenciales, tuvo en sus dispositivos móviles conversaciones sobre la planificación de un golpe de Estado y el financiamiento a los golpistas que buscaban evitar la asunción de Lula, así como comunicaciones sobre cómo convertir en dinero las joyas propiedad del Planalto.
Cabe recordar que Bolsonaro se encuentra bajo escrutinio judicial por su posible instigación al movimiento liderado por sus seguidores más radicales, que culminó en un intento de golpe de Estado el 8 de enero en Brasilia. Este incidente tuvo lugar días después de la investidura de Lula, cuando los manifestantes tomaron los tres edificios gubernamentales: el Congreso, la Corte Suprema y el Palacio Presidencial.
Finalmente, hace unos meses la Justicia electoral lo condenó por cuestionar la integridad del sistema de votación durante las últimas elecciones, lo que resultó en una inhabilitación política por ocho años y la imposibilidad de presentarse en las elecciones presidenciales de 2026.