Más de 5.000 bomberos trabajan para evitar la propagación del fuego.
Un incendio forestal que arrasó el pueblo de Greenville en California, Estados Unidos, se convirtió en el tercer mayor siniestro de este tipo en la historia de ese estado y supera por cantidad de hectáreas quemadas al declarado en Oregon el mes pasado, mientras más de 5000 bomberos luchan para evitar su propagación.
Una larga sequía, que para los científicos está impulsada por la crisis climática, dejó al occidente de Estados Unidos reseco y vulnerable ante las explosivas y destructivas llamas.
Desde que comenzó, a mediados de julio, el incendio, bautizado "Dixie" por las autoridades de California, ha quemado más de 1.700 kilómetros cuadrados. El pueblo de Greenville quedó carbonizado y en ruinas, estructuras de madera desaparecieron por completo y algunos edificios fueron reducidos por el fuego a escombros.
Anoche Dixie se expandió sobre más de 174.000 hectáreas, superando al incendio Bootleg que devastó una parte de Oregón el mes pasado.
Para mediados de julio, el área incendiada en California era más de 250% superior a la de 2020, que a su vez fue el peor año en la historia moderna del estado.