El pedido se dio en el marco de un encuentro que el propio Potzel mantuvo con el ministro talibán en funciones para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, Mohamed Jalid Hanafi.
Markus Potzel, representante adjunto de Naciones Unidas para Afganistán, exigió que se proceda a levantar el veto contra la educación de las mujeres y su trabajo para las ONG. El pedido se dio en el marco de un encuentro que el propio Potzel mantuvo con el ministro talibán en funciones para la Propagación de la Virtud y la Prevención del Vicio, Mohamed Jalid Hanafi.
“Estas prohibiciones son un acto de discriminación contra las mujeres que están impidiendo que los afganos reciban una ayuda imprescindible para sobrevivir”, destaca el comunicado publicado por la misión de la ONU en Afganistán. Bajo la justificación de que las mujeres no cumplían con las reglas de las vestimentas islámicas, el pasado 24 de diciembre los talibanes decidieron prohibir a las ONG, tanto nacionales como internacionales, contar con empleadas mujeres. Sumado a esto, una semana atrás, habían decretado que tampoco podrían asistir más a las universidades. Además de mencionar la situación como un acto de discriminación, Potzel recordó las desventajas económicas que estas medidas le están trayendo al país.
Las medidas levantaron revuelo en todo el planeta, más precisamente en Europa, donde varios países firmaron un documento pidiendo que se revean las decisiones ya que las toman como “temerarias” y “peligrosas”, donde se está poniendo “en peligro” la vida de millones de afganos.