Brasil: discutieron por fútbol y la mató
La policía cree que una discusión tras la final de la Copa Libertadores originó la agresión.
Nuevos mensajes del exjuez Moro abren la puerta a la anulación de los juicios contra Lula.
09/02/2021 - 00:09hs
El equipo de fiscales de Lava Jato, la mayor operación anticorrupción en la historia de Brasil, fue disuelto el miércoles pasado tras casi siete años en los que se revelaron los mecanismos de financiación ilegal de la política y derivaron en un tsunami institucional y económico que consiguió destituir a Dilma Rousseff en 2016, detener e inhabilitar como candidato al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y alimentar la ola de ultraderecha que llevó a la presidencia en 2018 a Jair Bolsonaro.
The Intercept reveló algunos diálogos entre Dallagnol y Moro, pero, principalmente, conversaciones entre los fiscales del equipo de investigación del Ministerio Público Federal de Paraná. El material divulgado el lunes va mucho más allá de lo que se expuso en Vaza Jato. Y podría reescribir la historia de la operación.
En este sentido los fiscales de la operación autodenominada "Lava Jato" celebraron efusivamente la orden de arresto contra el ex presidente Lula. La información consiste en un intercambio de mensajes entre abogados a los que tuvo acceso ConJur .
El diálogo es parte del material incautado por la Policía Federal en el transcurso del llamado operativo de suplantación de identidad, que tuvo como objetivo a los piratas informáticos responsables de irrumpir en los teléfonos celulares de las autoridades.
Uno de los más animados fue el entonces coordinador del consorcio de Curitiba, Deltan Dallagnol. "Meooo caneco. No puedo creerlo. Mejor esperar a que suceda", escribió en el grupo de trabajo.
Aunque Deltan hizo la reserva de que "esperaría a que suceda" para celebrar, la abogada Laura Tessler dijo que las celebraciones por el arresto del líder del PT ya comenzarían.
Según él, la detención de Lula fue un "regalo de la CIA", el organismo de inteligencia y espionaje del gobierno de Estados Unidos, donde estaba el fiscal cuando se emitió la orden de captura contra el expresidente.