El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que el Ejército intervino los teléfonos de un defensor de derechos humanos en el marco de una pesquisa, aunque matizó que se trata de “investigación y no espionaje”.
“Es un trabajo de inteligencia que se hace en coordinación con el Centro de Inteligencia del Estado y tiene como propósito conocer sobre movimientos y operaciones de la delincuencia organizada”, dijo el jefe del Ejecutivo federal durante su conferencia matutina.
Una investigación de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) reveló el pasado 7 de marzo que el Ejército utilizó el malware Pegasus para intervenir el teléfono celular del defensor de derechos humanos Raymundo Ramos, activista del Comité de Derechos Humanos del estado noreste de Tamaulipas.
Sin embargo, el mandatario no justificó cuál fue el objetivo ni cuál fue la base legal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para espiar al activista. López Obrador se limitó a decir que no existe ninguna ilegalidad y que el trabajo de inteligencia que se hace tiene como propósito conocer los movimientos de la delincuencia organizada.