Migrantes partieron a pie de Honduras a Estados Unidos pero no lograron ingresar a Guatemala

Fueron obligados a retornar a suelo hondureño por no contar con documentos que acrediten identidad o por carecer de pruebas negativas de Covid-19.

Una nueva caravana migratoria que pretendía llegar a Estados Unidos en búsqueda de mejores condiciones de vida partió este sábado desde San Pedro Sula, Honduras, pero al llegar a Guatemala la mayoría fueron obligados a retornar a suelo hondureño por no contar con documentos que acrediten identidad o por carecer de pruebas negativas de Covid-19.

Los migrantes que habían iniciado la travesía llevaban bolsas y mochilas para trasladarse con unas pocas pertenencias, y para llegar hasta su destino final debían atravesar Honduras hasta Corinto, en el límite fronterizo con Guatemala, para luego transitar por ese país, ingresar al extremo sur de México y desde allí encarar un largo viaje hacia el norte, hasta el territorio de EEUU.

Sin embargo, los planes de la caravana se frustraron al llegar al puesto fronterizo de Corinto, ya en Guatemala, donde los migrantes debían presentar la documentación personal y se les exigía la exhibición de un comprobante de PCR negativo, requisito que la mayoría no pudo cumplir, por lo que fueron obligados a regresar a Honduras, según informó esta tarde la agencia de noticias AFP. El nuevo contingente que busca establecerse en Estados Unidos arrancó su periplo este sábado al salir el sol, tras congregarse desde el viernes en la terminal de transporte de San Pedro Sula, para lo cual comenzó a transitar a pie la ruta internacional que lleva a Guatemala, caminata que un grupo más reducido -de alrededor de 100 personas- había iniciado unas horas antes, a la madrugada.

Las travesías que pretenden llegar a Estados Unidos tras atravesar media Centroamérica y cruzar México de sur a norte suelen estar integradas por nicaragüenses, hondureños, guatemaltecos, haitianos, venezolanos y salvadoreños, como también por inmigrantes africanos que se valen de toda una operatoria clandestina que promete a los viajeros llegar a su destino a través de distintas alternativas, pero que en muchos casos termina mal. En estos últimos casos, el Instituto Guatemalteco de Migración, junto a las fuerzas armadas y de seguridad de ese país -tanto policías como militares- endureció los controles en la localidad fronteriza de Corinto para verificar que las personas que quieren entrar a su territorio "cumplan con los requisitos"; de no hacerlo se les rechaza el ingreso y se los obliga a regresar a Honduras.

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