Prohibirán en Francia manifestaciones de pequeños grupos ultraderechistas
"He dado instrucciones a los prefectos para que emitan órdenes de prohibición cuando cualquier activista de ultraderecha o asociación solicite una autorización para manifestar", expresó El ministro de Interior francés.
El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, dio a conocer durante la jornada pasada que Francia prohibirá las manifestaciones de pequeños grupos ultraderechistas, después de la polémica provocada por una marcha de neonazis autorizada en París el pasado sábado, dos jornadas antes de que Francia conmemorara la victoria aliada sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
En este sentido, Darmanin manifestó que "he dado instrucciones a los prefectos" para que emitan "órdenes de prohibición" cuando "cualquier activista de ultraderecha" o asociación solicite una autorización para manifestar, luego de haber sido duramente criticado por la oposición al permitir esa marcha y prohibir protestas en contra del mandatario francés, Emmanuel Macron.
"Dejaremos que los tribunales juzguen si la jurisprudencia permite que estas manifestaciones tengan lugar", añadió a lo largo de una sesión de control al Gobierno en la Asamblea Nacional, la Cámara baja francesa.
Cabe destacar que en la jornada del sábado, casi 600 activistas del Comité 9 de Mayo, que se trata de una agrupación de extrema derecha, según las autoridades, manifestaron ese día en París a fin de recordar la muerte del militante ultraderechista Sebastien Deyzieu en 1994.
En este sentido, los neonazis, vestidos de negro y a menudo enmascarados, exhibieron banderas negras con la cruz celta, habitualmente utilizadas por supremacistas blancos, lo que generó un repudio generalizado, debido a que las autoridades se esfuerzan en prohibir los cacerolazos y otras manifestaciones contra Macron, convocadas por sindicatos contra su impopular reforma de las pensiones.
Élisabeth Borne, primera ministra de ese país, evaluó ayer de "chocantes" las imágenes de la marcha ultraderechista, aunque estimó que no había motivos para prohibirla, como alteración del orden público, y defendió el "derecho a manifestar".
Por su lado, la oposición de izquierda había pedido explicaciones al Gobierno de ese país por permitir desfilar a "550 neonazis y fascistas" por París, en palabras del senador socialista David Assouline.
De acuerdo a lo que informó la agencia de noticias AFP, Ian Brossat, vocero del partido Comunista, ironizó: "Las cacerolas son aparentemente más peligrosas que los ruidos de botas militares".
Mientras que la líder de extrema derecha Marine Le Pen, a quien el conflicto social abierto con la reforma de las pensiones beneficia en los sondeos, consideró como "inadmisible" la manifestación.