El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró hoy que Occidente busca dividir a Rusia y que la guerra que su país libra contra Ucrania, iniciada hace 10 meses, busca lo contrario.
"Todo se fundamenta en la política de nuestros adversarios geopolíticos, que buscan dividir a Rusia, la Rusia histórica", dijo Putin utilizando el concepto con el que argumenta que ucranianos y rusos son un solo pueblo, durante una entrevista en la TV rusa.
"Nuestro objetivo es otro: unir al pueblo ruso", dijo en un extracto de la entrevista.
Por lo anterior, concluyó que el Kremlin está "actuando en la dirección correcta" con su ofensiva en Ucrania, ya que "estamos protegiendo nuestros intereses nacionales, los intereses de nuestros ciudadanos, de nuestro pueblo", dijo el presidente.
Durante la entrevista, Putin volvió a denunciar la posición de Kiev y sus aliados occidentales que "rechazan las negociaciones". y aseguró que está "dispuesto a negociar con todos los participantes en este proceso en aras de soluciones aceptables" al conflicto.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, rechaza negociar con Moscú mientras Putin sea presidente.
Además, insiste en que quiere recuperar las cuatro regiones ucranianas anexionadas por Moscú en septiembre y octubre --Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson--, así como la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
El presidente ucraniano viajó la semana pasada a Washington, donde obtuvo firmes promesas de apoyo de su homólogo estadounidense, Joe Biden.
Durante el viaje, Estados Unidos prometió a Zelenski un nuevo paquete de ayuda de 45.000 millones de dólares para Ucrania y la entrega del sistema de defensa antiaérea Patriot.
En la entrevista Putin aseguró que su país tiene la capacidad de eliminar estos misiles.
¡Por supuesto que lo destruiremos, al 100%!" dijo, apenas tres días después de haber asegurado que su ejército encontraría "un antídoto" para esquivar un "sistema bastante viejo".
En Ucrania, en tanto, una ola de misiles rusos se abatió ayer sobre el centro de la sureña Jerson, capital de la provincia del mismo nombre y ciudad recuperada por Kiev el 11 de noviembre tras ocho meses de ocupación rusa.
Los ataques, calificados como un acto de "terror" por Zelenski, dejaron al menos 10 muertos y 55 heridos en vísperas de Navidad.
A lo largo del día, Rusia lanzó 41 misiles contra la ciudad, dijo el Ejército ucraniano.
El jefe de las autoridades impuestas por Moscú en Jerson, Vladimir Saldo, culpó a Ucrania del bombardeo y aseguró que era "una provocación repugnante, obviamente con la intención de culpar a las fuerzas armadas de la Federación de Rusia".
En Kiev, la capital ucraniana, los cristianos ortodoxos celebraban hoy la Navidad junto a los católicos, dos semanas antes de sus festividades tradicionales.
Esta guerra sólo "nos trajo tanto dolor", dijo una mujer en una iglesia del centro, informó la agencia de noticias AFP. "No podemos seguir bajo la influencia rusa", añadió.
Durante las últimas semanas, el conflicto militar se trasladó al terreno religioso.
Ucrania, un país de mayoría ortodoxa, está dividido entre una Iglesia que depende del Patriarcado de Moscú y una Iglesia independiente de la influencia rusa.
La Iglesia que depende del Patriarcado de Moscú anunció a mitades de mayo que rompía sus vínculos con Rusia a raíz de la ofensiva en Ucrania.
La que es independiente de Rusia fue creada a finales de 2018 y depende del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, que tiene su sede en Estambul, Turquía.
Una encuesta del medio Interfax-Ucrania realizada en noviembre mostró que un 44% de los ucranianos estaba de acuerdo con la idea de celebrar la Navidad el 25 de diciembre en lugar del 7 de enero, fecha de la Navidad ortodoxa.
Durante su tradicional mensaje de Navidad en la plaza de San Pedro en Roma, el papa Francisco instó a "acallar las armas" en Ucrania.
"Que el Señor nos disponga a realizar gestos concretos de solidaridad para ayudar a quienes están sufriendo, e ilumine las mentes de quienes tienen el poder de acallar las armas y poner fin inmediatamente a esta guerra insensata", señaló.