Los talibanes prohíben a las mujeres en Afganistán trabajar para ONGs
El gobierno talibán de Afganistán emitió hoy un decreto en el que ordena a todas las ONGs, ya sean nacionales o internacionales, la suspensión de los contratos de trabajo de las mujeres hasta nuevo aviso.
La medida fue anunciada después de las "graves quejas" sobre el incumplimiento del código de vestimenta adecuado, informó el Ministerio de Economía, citado por la agencia de noticias AFP.
"Ha habido graves quejas sobre el incumplimiento del uso del hiyab islámico y otras normas y reglamentos relacionados con el trabajo de las mujeres en organizaciones nacionales e internacionales", dice una notificación enviada a todas las ONGs.
"En caso de incumplimiento de la directiva (...) se cancelará la licencia de la organización que fue expedida por este ministerio", especifica la notificación.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó este sábado que la decisión de los talibanes podría interrumpir la entrega de ayuda humanitaria y sería "devastadora para el pueblo afgano".
Blinken se mostró "profundamente preocupado de que la prohibición de los talibanes para que las mujeres entreguen ayuda humanitaria en Afganistán interrumpa la asistencia vital para millones" de personas.
"Esta decisión podría ser devastadora para el pueblo afgano", tuiteó el jefe de la diplomacia estadounidense.
El anuncio se produjo solo cuatro días después de que el Gobierno talibán decidió prohibir indefinidamente a las mujeres afganas asistir a universidades públicas y privadas del país.
El ministro de Educación superior, Neda Mohammad Nadeem, explicó en una entrevista televisiva que tomó esta decisión porque las "estudiantes que iban a la universidad (...) no respetaron las instrucciones sobre el hiyab".
"El hiyab es obligatorio en el islam", insistió, refiriéndose a que las mujeres en Afganistán deben cubrirse la cara y todo el cuerpo.
A pesar de sus promesas de ser más flexibles, los talibanes volvieron a aplicar su rigurosa interpretación del islam, que marcó su primera etapa en el poder, entre 1996 y 2001.
Desde su regreso al poder en agosto del año pasado, se multiplicaron las medidas en contra de las libertades, principalmente de las mujeres, quienes fueron excluidas progresivamente de la vida pública y de los centros educativos.