Las claves del Moroleaks
La filtración de mensajes del juez Moro expuso las irregularidades del Lava Jato.
En el marco del reconocimiento del “error histórico”, el presidente de Brasil asistió al desfile militar y busca acercarse a las Fuerzas Armadas.
08/09/2023 - 00:12hs
Horas después de que la Corte Suprema anulara las pruebas logradas a partir del acuerdo de colaboración con la empresa Odebrecht y reconociera el “error histórico” sobre el dictamen de prisión contra el mandatario Luiz Inácio Lula da Silva, este encabezó ayer el desfile cívico-militar del Día de la Independencia. Se trata de un recorrido de cerca de dos horas realizado por las Fuerzas Armadas y varias instituciones civiles en la Explanada de los Ministerios, la avenida monumental de Brasilia en la que se ubican las sedes de los tres poderes.
Lula estaba acompañado de numerosos ministros, de su mujer Rosângela “Janja” Lula da Silva, así como de los comandantes de las Fuerzas Armadas, con los que posó para una fotografía grupal dándose las manos, buscando un acercamiento. Durante la ceremonia, Lula no profirió discursos, pero en la víspera hizo un pronunciamiento a la nación en cadena nacional de radio y televisión en el que llamó a la unidad del país, recalcando que este objetivo “solo puede lograrse sin odio”.
“Este año no es un día de odio ni de miedo, sino de unidad”, dijo Lula. “El día para recordar que Brasil es una gran nación, un pueblo único y extraordinario. En apenas ocho meses hemos devuelto a Brasil al camino de la democracia, de la soberanía y de la unidad. Desarrollo económico con inclusión social”. De esta forma, pero sin citar expresamente a su antecesor, Lula hizo alusión a la gestión de Bolsonaro, líder de la ultraderecha, que utilizó las conmemoraciones del Día de la Independencia con fines electoralistas y aprovechó sus discursos para recrudecer sus ataques contra el sistema electoral y contra la oposición.
Durante horas del miércoles, el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de Brasil, aceptó una petición de la defensa de Lula da Silva y anuló las pruebas logradas a partir del acuerdo de colaboración con la empresa Odebrecht, al considerar que fueron obtenidas de forma ilegal por el exjuez Sergio Moro y los exfiscales de la operación Lava Jato, al tiempo que afirmó que fue un “error histórico” el dictamen de prisión contra el mandatario.
El fallo del juez Antonio Dias Toffoli indicó que las supuestas confesiones forman parte de artilugios ilegales de “tortura psicológica” que tuvieron como objetivo, entre otros, obtener pruebas falsas contra inocentes, a la vez que calificó como “algo armado” la condena a prisión que proscribió a Lula de las elecciones de 2018.
Los acuerdos de delaciones premiadas a Odebrecht firmados en el marco de Lava Jato en 2017 deberán volver ahora a jueces de la primera instancia para revisarse, ya que Toffoli consideró que no hubo un procedimiento adecuado y comparó lo ocurrido con las torturas que la dictadura militar ejerció contra los presos políticos.
El magistrado afirmó que los agentes públicos “se valieron de verdadera tortura psicológica para obtener pruebas contra inocentes” y que actuaron con parcialidad y fuera de su esfera de competencia. De esa forma, invalidó elementos de prueba contenidos en los “sistemas de sobornos” que fueron presentados por Odebrecht para corromper a políticos, financiar campañas electorales y hacer cartel con otras constructoras para ganar licitaciones públicas.