Ya son al menos 200 los muertos por el paso del huracán Helene en Estados Unidos
La cifra fue confirmada por el presidente Joe Biden, quien aseguró que puede crecer aún más dado que muchas personas continúan desaparecidas.
Los fuertes vientos e inundaciones provocadas por el paso del huracán Helene en en Estados Unidos dejaron un saldo, según el último reporte, de al menos 200 muertos, cifra que, según datos oficiales, podría aumentar en las próximas horas debido a que muchas personas continúan aún desaparecidas. Se estima que más de un millón de estadounidenses permanecen sin servicio eléctrico y sin suministro de agua potable, así como limitaciones de telecomunicaciones y transporte por el bloqueo de las vías y por la caída de las redes de conexión.
Tras haber evaluado los daños causados en Carolina del Norte, el presidente estadounidense se trasladó a Florida y Georgia. Allí, se reunió con Ron DeSantis, el gobernador de Florida, con el objetivo de acordar el plan de trabajo para llevar a cabo labores de reparación de las estructuras viales que presentan diversos daños. Por cerca de 45 minutos, Biden sobrevoló el noroeste de Florida, justo en la zona en la que se presentaron mayores inconvenientes a causa del huracán Helene, tras lo que se dirigió a Georgia. La información suministrada por el equipo del mandatario da cuenta que dio la orden de enviar a un equipo de mil soldados a las zonas de desastre para apoyar las operaciones de distribución de las ayudas destinadas a la población damnificada.
El mayor número de muertes reportadas a la fecha se registran en Asheville, Carolina del Norte, uno de los territorios más duramente golpeados por la llegada de la tormenta tropical que rápidamente escaló a la categoría de huracán, pero que provocó reacciones encontradas entre los expertos climáticos que durante años consideraron a esta ciudad como una suerte de “refugio climático”, en donde eran inusuales los registros de eventos meteorológicos de este tipo. Según especialistas en los efectos del calentamiento global, el caso de Asheville es un “golpe de realidad” que permite ver que, ante las consecuencias de los procesos de cambio del clima, ya ningún territorio parece ser del todo seguro. Bajo estas cifras, el huracán Helene se transformó en el segundo más mortífero en Estados Unidos en los últimos 50 años, superado únicamente por Katrina en el 2005.