Alarmante: durante el primer año de Milei el PBI retrocedió 3,5%
Con una caída del 3,5% del PBI sin el efecto del agro, desplomes históricos en la inversión, la construcción y el consumo, el primer año del gobierno de Javier Milei deja un saldo devastador. Más de 300.000 empleos destruidos y un ajuste feroz que golpea a la producción y a los trabajadores.
El primer año del gobierno de Javier Milei se traduce en números rojos para la economía argentina. Con un PBI que cayó un 3,5% al descontar el impulso excepcional del agro, los sectores productivos sufrieron un desplome inédito que arrastró al empleo y al consumo. Industria, comercio y construcción están entre los más afectados, con más de 300.000 puestos de trabajo destruidos.
La construcción, clave en la generación de empleo, se hundió un 23,3% interanual en el segundo trimestre de 2024, en gran parte debido a la interrupción total de la obra pública nacional. "El derrumbe está directamente vinculado a la paralización de la obra pública", advirtió el ministro bonaerense Pablo López, señalando el impacto directo del ajuste sobre las provincias.
La inversión se desplomó un 17,4%, reflejando la incertidumbre y la falta de confianza en el rumbo económico. El consumo privado cayó un 4,2%, mostrando la brutal pérdida de poder adquisitivo de los argentinos, mientras que el consumo público también se redujo un 3,2%, afectando servicios esenciales.
El único dato positivo, el crecimiento del 23,2% en las exportaciones, no alcanza para compensar el derrumbe interno. Sin mercado interno ni inversión, el modelo libertario se sostiene solo sobre un sector, mientras el resto de la economía se desmorona.
El ajuste de Milei ha llevado al país a una recesión profunda, con menos empleo, menos consumo y un tejido productivo debilitado. El sueño de la "libertad económica" se convirtió en un ajuste despiadado que recorta derechos y hunde a la mayoría en la incertidumbre. A un año de su asunción, el saldo es claro: un país más chico, más desigual y con un futuro cada vez más incierto.
El impacto social del ajuste libertario se refleja en la crisis laboral. La combinación de caída en la actividad económica, licuación de salarios y recorte del gasto público ha generado un aumento alarmante de la pobreza y la desigualdad. Mientras las grandes empresas aprovechan la recesión para reducir costos y precarizar el empleo, cientos de miles de trabajadores han sido expulsados del mercado laboral sin alternativas a la vista. La promesa de Milei de un “capitalismo sin trabas” se ha traducido en un desguace del tejido productivo, con cada vez más argentinos fuera del sistema.