Boudou le dio a su secretario un nuevo cargo en el Senado



Héctor Eduardo Romano es, acaso, el hombre de mayor confianza que tiene hoy Amado Boudou. “ Cachi ”, como lo llaman sus amigos, acompaña al vicepresidente casi a tiempo completo. Al cabo, más allá de ser su amigo de toda la vida, es su secretario privado, cargo que le otorgó, con rango de subsecretario de Estado, la Presidenta a través de un decreto. Pero desde agosto, Romano ostenta otro trabajo: f ue nombrado por Boudou “para prestar servicios en la Dirección General de Cultura” del Senado, con la categoría más alta -A1- y un sueldo que ronda los $30 mil pesos.

Si bien el decreto presidencial firmado por Boudou establece que Romano es empleado del Senado desde el 1 de agosto, su rutina, en la práctica, no cambió.

Sigue trabajando junto al vice casi a tiempo completo. Y hasta lo acompañó en sus últimos viajes al exterior. Pero, según su contrato, debe cumplir tareas en la Dirección General de Cultura.

Ahora, el sueldo mensual que se aseguró Romano con su desembarco en el Senado tiene un piso de $25 mil. Sin embargo, según fuentes parlamentarias consultadas, en su caso, la cifra puede subir, ya que los años de antigüedad que cuenta en otros organismos del Estado se le computan y aumentan considerablemente la cifra. Más allá del dinero, la movida también podría permitirle a Romano trascender a Boudou post diciembre de 2015 y lograr quedarse como empleado permanente del Senado. Su designación actual, a pesar de ser temporaria, no tiene un plazo de finalización, tal como suele ocurrir con otros contratos.

Como todo el círculo íntimo de Boudou, Romano fue uno de los ejes sobre los que el juez Ariel Lijo investigó en el marco de la causa Ciccone, en la que Boudou fue procesado por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública. Del expediente surgió que desde el celular del secretario privado del vicepresidente se comunicaron en varias ocasiones con The Old Fund, la empresa que, dirigida por Alejandro Vandenbroele -apuntado como el presunto testaferro de Boudou-, se quedó con Ciccone Calcográfica.