Carrió, contra la “imbecilidad” de Bullrich en la “lucha” narco

Argentina sigue teniendo “caminos liberados” para el ingreso de la droga, ha dicho la principal aliada de Cambiemos, Elisa Carrió, agregando una grave denuncia: que hay “sectores de Prefectura y Gendarmería que engañan” a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich

“Le ponen droga para que ella la encuentre, pero -dijo Carrió- continúa el negocio” que mata a los pibes en las zonas vulnerables del país, engendra violencia y delincuencia. “Están haciendo el negocio, pero le entregan una parte porque dicen que están luchando”, insistió la diputada, y se indignó con su experiencia personal: “Yo estuve en el Norte, con varias recorridas, y en ningún momento me paró un control. Ni uno solo me paró”.

Entonces, no es ya una interna política e irrelevante la que abre Carrió, sino que echa sal en las heridas irreparables que deja el veneno narco. Lo grave es que no haga la denuncia penal. Pero también, que ningún juez o fiscal actúe de oficio para atacar un mal que hace estragos en las barriadas más vulnerables del país, que se esparce entre los más chicos y se convierte en caldo de cultivo para la muerte de los que más queremos.

Lisa y llanamente, la diputada apunta contra la imbecilidad de una ministra a la que le “plantan” pruebas.

Tal como se ha cansado de informar este diario, el “negocio” al que apunta la líder de la Coalición Cívica involucra tanto a las fuerzas de seguridad como a la política, que se ha valido del dinero sucio y dañino del narcotráfico para llegar al poder. Así, financian campañas en las que se comprometen a luchar contra esos ríos de polvo blanco que corroen el tejido social. Pero, antes que la lucha, están los millones.

Lejos de servir al otro, al ciudadano, tal la etimología de la palabra Política, el poder se aprovecha de él, lo ultraja y pervierte su función de servidor público en vileza mercenaria.

Fuerzas de seguridad, política, y, como ha detectado la lupa de Carrió, la Justicia permiten la impunidad de hechos terribles como los que se relacionan con el narcotráfico. De ahí el pedido de juicio político que la diputada presentó contra el ministro Germán Garavano.

De ahí su pérdida de confianza en el Presidente y su “lucha” contra las mafias. De ahí su ultimátum a esta alianza de “negociados” con la que ella no está dispuesta a negociar.

Y entonces, si hasta la principal espada republicana que dice tener Cambiemos pone en entredicho el Estado de Derecho y su farsa, ¿qué posibilidades de Justicia tiene el hombre de a pie, el que no tiene dinero para comprar su impunidad y, acaso ingenuamente, confía en la igualdad constitucional de todos ante la ley?