El asesinato de Umma recrudeció la discusión entre Provincia y Nación por la seguridad

La jornada pasada se tiñó de luto por el asesinato de Umma Aguilera, una menor de 9 años e hija de uno de los custodios de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, tras ser baleada en el marco de un intento de robo en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora (ver página 23). Tras el trágico episodio, el gobernador Axel Kicillof ordenó reuniones de urgencia y desde Nación apuntaron contra la administración bonaerense.

Apenas instantes después de que se confirme el asesinato de la menor, el gobernador llamó al ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, para conocer los detalles acerca del acontecimiento que conmocionó a todo el país. El sucesor de Sergio Berni atraviesa un inicio de año complejo a raíz de múltiples episodios de violencia que sacuden al territorio provincial y lo ponen en el ojo de la tormenta.

A la reciente muerte de Umma se le suma el asesinato de Tomás Tello, quien fue golpeado hasta la muerte por una patota en Santa Teresita, y el feroz enfrentamiento por terrenos en González Catan, que dejó un saldo de cinco muertos.

La ministra Patricia Bullrich fue la primera en pronunciarse tras la muerte de la menor con duras críticas a Kicillof, al que le pidió “más esfuerzo para custodiar a los bonaerenses”. “Hoy la Policía de la provincia de Buenos Aires y el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires tienen que tener todo el esfuerzo por la custodia de todos los ciudadanos de la Provincia”, expresó la funcionaria en declaraciones a la prensa.

La excandidata a presidenta del PRO confirmó que hoy tendrán una reunión con la provincia de Buenos Aires para “colaborar” desde la tarea federal para que “pueda mejorar la seguridad” en el territorio. Si bien ambas partes se mostraron dispuestos a trabajar en conjunto desde el inicio de la gestión, la escalada de inseguridad y las diferencias de abordaje que proponen en materia penal tensa la relación entre las partes.