El engaño como estrategia política

Horacio Rodríguez Larreta no le bastó con “heredar a la mujer de un amigo”, como expuso hace algunos años en un programa televisivo al referirse a su ahora exesposa, Bárbara Diez, y a su íntimo amigo fallecido Carlos Calderón, sino que logró mantener el blindaje mediático sobre los sucesos ocurridos en torno a su separación en diciembre de 2020. Y no por mantenerlo en ámbito privado, sino porque fue otro escándalo en la vida del jefe de Gobierno porteño que le podía jugar en contra ante la función pública.

Sin embargo, fue la mismísima Bárbara Díez, también madre de dos hijos del funcionario, quien lo expuso tras dos años de silencio sobre lo sucedido en aquel entonces. “Si un hombre miente a su esposa, me mentirá también a mí. Si es capaz de romper el juramento nupcial, será capaz de romper su juramento al servicio público”, dice la frase posteada en su Instagram personal.

Asimismo, acompañó la publicación con una descripción en la que manifiesta: “Acallaron y taparon. Me resigno a creer que da lo mismo. No debiera ser esta pequeña quien pone luz. Pero pasó el tiempo y el silencio es cómplice”, y apuntó contra los medios de comunicación que Larreta silenció: “La hipocresía de los que se supone nos debieran informar”. “Basta ya de mentir. Merecemos más. Merecemos verdad”, remarcó, como una forma de abrirles los ojos a quienes aún ­confían en la próxima candidatura de Rodríguez Larreta.

Luego, en los comentarios confirmó que su separación se debió a una infidelidad que “siempre estuvo en Google”, pero que llamativamente ninguno de los medios salió a informar. Eso se debe a que el conductor de la Ciudad de Buenos Aires destina más dinero a la pauta publicitaria que a educación, salud, trabajo y otras cuestiones menos relevantes para él.

En ese sentido, tras afirmar que la verdad la hace “libre”, cuestionó el poder de Larreta sobre los medios de comunicación que blindan la figura del jefe de Gobierno aparentemente frente a la cuantiosa pauta que adquieren del Ejecutivo porteño.

En respuesta a los diversos comentarios de sus seguidores, confirmó que la “tercera en discordia” es una funcionaria de la Ciudad, pero luego decidió borrar el comentario, pese a que diferentes usuarios de Instagram precisaron que se trata de la actual secretaria de Bienestar y Tercera Edad, Milagros Maylin, la misma a la que se lo vinculó en 2020.

La mujer, 20 años menor que Larreta y fiel a su campaña, no solo habría sido la tercera en discordia, sino que durante mucho tiempo se rumoreó un embarazo que el mandatario porteño habría mantenido en la clandestinidad. Sin embargo, Bárbara Diez se mostró decidida a esclarecer algunas cuestiones sobre su poco conocida vida personal.

Con respecto al posible embarazo de la funcionaria en cuestión, lo único que respondió la empresaria fue: “No nació ningún bebé”, que posiblemente podría indicar un aborto, lo cual sería aún más grave para la imagen de Larreta, que se autoproclamó en contra de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y ultra “provida” en varias oportunidades.

Luego, Diez sumó un mensaje esclarecedor al mencionar el “derecho a la vida”, en respuesta a un comentario de un usuario que hizo puntual referencia a la pauta de CABA, como mensaje encriptado en relación a los rumores de una interrupción voluntaria del embarazo. Su accionar en la vida privada no es el foco de la cuestión, sino que parece contradecirse con su discurso político de espíritu tranquilo, familiar y leal, cosa que le es cada vez más difícil sostener, lo que podría afectar su candidatura.

Los posteos de la organizadora de bodas generaron que el “#FuerzaBarbara” fuera tendencia por varias horas en Twitter, y abrió paso a múltiples especulaciones y dudas sobre si el jefe de Gobierno porteño es verdaderamente el indicado para llevar ­adelante las tareas presidenciales a las que aspira.

De esta manera, en las próximas encuestas realizadas se conocerá la reputación del líder macrista y sus seguidores ante las ­confesiones de una mujer que se vio obligada a guardar silencio por mucho tiempo, y que en pos de advertir al país, sentenció: “Si es capaz de romper el juramento nupcial, será capaz de romper su juramento al servicio público”.