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El Ministerio de Salud suprimió el subsidio estatal que sostenía a la histórica fundación y la dejó al borde del cierre.
03/07/2025 - 00:00hs
La Fundación de la Hemofilia atraviesa una de las peores crisis de su historia. El Ministerio de Salud, encabezado por Mario Lugones, eliminó el subsidio estatal que representaba el 60% de su financiamiento. La medida, avalada por el gobierno de Javier Milei, fue confirmada por la institución mediante una carta pública: “Nos encontramos con la enorme limitación económica que nos trae la incertidumbre de si podremos continuar”.
Desde 2002, el Estado financiaba parte central del funcionamiento de este centro médico de referencia, fundado en 1944. Ahora, tras el recorte, el futuro inmediato es incierto. “Estamos tratando de sostener aunque sea los servicios esenciales”, afirmó la presidenta de la Fundación, María Belén Robert en una entrevista periodística.
Una decisión abrupta y sin alternativas
Cabe mencionar que el subsidio fue quitado de forma repentina. “Nos lo negaron de manera abrupta”, advirtieron desde la Fundación. Por ese motivo, se vieron en la obligación de comenzar una campaña solidaria, donde cualquier ciudadano que pueda realice donaciones, para lo que dispusieron el alias SOMOS.FUNDACION.FH perteneciente a una cuenta del Banco Nación, y así continuar con el trabajo que vienen haciendo desde el año 1944.
“Estamos pidiendo ayuda y una reconsideración por parte del Estado porque, además de que es un derecho para nosotros y las personas, sabemos que podemos colaborar y exigimos que, en cuanto a salud, se manejen otros conceptos”, reclamaron.
“No es política del Gobierno continuar con subsidios”
Ante esta situación, más de 4.000 pacientes en todo el país podrían quedar sin atención especializada. La Fundación articula con más de 30 centros médicos, en los que brinda asistencia técnica y profesional. “Es ilógico pensar que podamos tener un médico especialista en cada lugar, pero a través de esta red lo logramos”, explicó Robert.
La respuesta del secretario de Salud, Mario Russo, al reclamo de la institución fue categórica: “No es política del Gobierno continuar con subsidios”. La definición marca una postura ideológica que pone en jaque a una red de salud consolidada por décadas. “Acá no son billetes, es vida”, concluyó Robert.
La decisión del Gobierno representa un nuevo retroceso en un derecho básico de toda persona: el acceso a una atención médica digna.