El gobierno macrista generó 1,4 millones de pobres

Es cierto que la herencia fue muy pesada. El macrismo recibió un país inmerso en una aguda recesión, con elevada inflación y creciente deterioro social. Ahora bien, la política económica que decidió instrumentarse en estos 100 días lo único que hizo fue agudizar el problema: en el primer trimestre del año 1,4 millones de personas cayeron bajo la línea de pobreza.

¿A qué se debe semejante descalabro? El factor principal es el impacto que están generando los elevados índices de inflación, que se recalentaron en los últimos 100 días, en la clase media y en los sectores populares. Ésa es la principal conclusión del último documento de la Encuesta de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) presentada ayer, que proyectó que a este mes que comienza hay en el país 13.000.000 de pobres, casi 1,4 millones más de los que había a fines del año pasado. Según el ejercicio a esa misma fecha, hay 2.350.000 de indigentes, unos 350.000 más que a fines de 2015, tras el cambio de mando.          

La pobreza terminó 2015 en un 29% y llegó a marzo -tras la devaluación- a un 34,5%. Esta cifra no incluyó los últimos incrementos en las tarifas de los servicios públicos, por lo cual la situación podría ser mucho peor en los próximo meses. Por otro lado, la indigencia terminó el año pasado alcanzando a 5,3% de la población urbana, llegó al 7% en marzo y este mes estaría en un 6,3 por ciento.

Según el centro de investigación, la canasta básica alimentaria (CBA) para un adulto llegó a $ 1089 en 2015 y trepó luego a $ 1220 en abril (un alza de 12% en sólo tres meses). Para una familia tipo, pasó de $ 3365 a $ 3769 en el mismo período. La canasta básica total (CBT), en tanto, pasó de $ 2276 a fines del año pasado a $ 2549 a comienzos de este mes (+11,9%). Para una familia tipo pasó de $ 7033 a $ 7877, según la UCA.

"A la luz de la última información estamos subestimando los eventuales aumentos", indicó aludiendo directamente a las subas de las tarifas del transporte, el gas y el agua, y también a los despidos en el Estado.

"Si al menos en el corto plazo no se logra controlar los aumentos de precios en productos y servicios básicos, y reactivarse la demanda del empleo se estará cada vez más lejos de una mejora genuina en la distribución del ingreso y difícilmente podrá revertirse la tendencia ascendente que están registrando las tasas de indigencia y de pobreza urbana", subrayó el documento de la UCA.

El estudio constituye un severo llamado de atención que le esta haciendo la Iglesia –el rector de la UCA, Víctor Fernández, es muy cercano al Papa Francisco- al gobierno macrista que, en lo que va de su gestión, sólo parece haber aportado soluciones para los sectores más concentrados y privilegiados de la económica. Concretamente, le bajó las retenciones a las megamineras, habilitó el aumento de las comisiones que cobran los bancos y evitó avanzar sobre el negocio del juego.

En este contexto, seguir hablar de “pobreza cero”, que fue una de las banderas de Cambiemos en la última campaña electoral, parece una broma de mal gusto.