EN FOCO

¿Gobernadora, es para usted prioridad la educación?

Los docentes en un comunicado a través del cual anunciaron un paro de 72 horas y movilización para el próximo lunes, martes y miércoles. Con lo que los alumnos no regresarán a clases hasta el jueves

"¿Gobernadora, es para usted prioridad la educación? Para nosotros, sí”, aclararon ayer los docentes en un comunicado a través del cual anunciaron un paro de 72 horas y movilización para el próximo lunes, martes y miércoles. Con lo que los alumnos no regresarán a clases hasta el jueves.

La decisión, que latía como una amenaza tensa, adquirió consistencia el lunes cuando, tras más de tres meses sin diálogo, varias protestas y hasta dos intimaciones judiciales, la Provincia se resignó a convocar a los maestros a la reunión paritaria.

La “nueva” oferta salarial fue la misma de siempre: un 15%. Esto es, llevar el salario inicial de $12.500 a $14.375. La canasta básica, la que mide el Indec y establece la línea divisoria de la pobreza, hoy está en $20.616,77.

Para los docentes, aquella reunión fue un “simulacro”. Pidieron un cuarto intermedio, una nueva negociación. La respuesta fue el silencio. Los maestros lo entendieron como una “muestra del desinterés de Vidal”, a la que, por enésima vez, le pidieron lo lógico, lo indispensable: que “sea responsable y garantice las condiciones dignas para enseñar y aprender”. 

¿Cómo se construye una Patria, con ciudadanos instruidos y probos si quienes los acompañan en la edad temprana del conocimiento cobran salarios por debajo de la línea de la pobreza? ¿Cómo se avanza si la precarización, que permea en los hogares con la falta del pan y el empleo, se extiende también a esa segunda casa que solía ser la escuela? ¿Cómo sentirnos a salvo y con esperanzas de futuro si quienes educan a nuestros hijos, al igual que el soldado, el médico o el policía que velan por nuestras vidas, están desprotegidos?

La mishiadura económica, la que los lleva a recurrir a la changa desesperada o a la búsqueda infinita de cargos y cursos porque un solo salario no les alcanza, les impide la permanente profesionalización e instrucción que eleva. Se enseña indignamente. Y los chicos, muchos de ellos arrastrando sus penurias hogareñas, con el estómago vacío, con la cabeza puesta en el comedor antes que en el aula, aprenden indignamente.

Ayer lo reconoció el propio ministro de Trabajo, Marcelo Villegas, al decir que “se abrirán los comedores escolares, para que los chicos de todas formas puedan ir”. La vergüenza es que existan comedores, que millones no tengan el pan garantizado en sus casas ni el aprendizaje digno en los colegios. 

También, en un intento por desactivar la huelga, Villegas anunció el depósito del aumento del 15%, que no llega ni a la mitad de la inflación esperada para este año. En otra maniobra disuasiva, la Gobernadora analizaba anoche pedir la conciliación obligatoria al Ministerio de Trabajo.

Mientras, la enseñanza se corroe y, con ella, el aprendizaje, el futuro. Aquello que el secretario de las Naciones Unidas, Ban Ki Moom, ha dado en llamar el camino a la dignidad, al que se llega poniendo fin a la pobreza, erradicando el hambre, promoviendo la salud y la “educación inclusiva, equitativa y de calidad” para todos.  Cuestiones básicas, elementales, que la Provincia no garantiza.